Hace un par de días, en una entrevista en Contacto Directo, le dije a Jan Topic que escoger un candidato de reemplazo vía Internet era una apuesta irresponsable. Cuando le argumenté que ese mecanismo no era confiable, porque se lo ejecuta en muy poco tiempo y porque tranquilamente le podrían meter gato por liebre, se incomodó.
Topic dijo que él jamás escoge a dedo a nadie y que su sistema informático para parir al candidato ideal no iba a causar una sorpresa negativa. Tres doritos después, el país mira absorto el hundimiento de SUMA, el partido político que lo fichó y que después de su descalificación controversial, por parte del Tribunal Contencioso Electoral, ha sido incapaz de postular a un candidato que honre esa bandera política.
Bastó una sola jornada de repudio en redes sociales para que el primer reemplazo de Topic se quemara como un papel: en cuestión de segundos. Fue Antonio García, exfuncionario del correísmo, militante entusiasta del expresidente prófugo en Bélgica y hombre del Conartel en los años complejos de esa década de gobierno, especializada en coartar la libertad de expresión de la prensa, los medios y los periodistas.
Si el programa de selección del nuevo candidato de SUMA estaba controlado a la perfección, Topic era plenamente consciente de a quién fichó como su sucesor. Es decir, a un correísta, afincándose en el relato de la opinión pública, lo que él, desde 2023, se esforzó tanto por despejar: su cercanía con la RC5.
El golpe destartaló a SUMA que de inmediato desconoció esa nominación para ensayar con un nombre de último minuto que, más allá de sus virtudes y falencias, no le aporta nada a esta coyuntura política.
Fue tan grande la decepción y tan patéticos los apuros de esta organización que Mishelle Calvache, la candidata vicepresidencial escogida por Topic, renunció al binomio porque sus principios son incompatibles con un candidato correísta como García. Tampoco su perfil, como política y firme consejera del Cpccs, le permitían seguir dentro de un proceso de nominación que ni siquiera está a la altura de la elección de un consejo estudiantil.
Dejando de lado toda la interpretación jurídica del TCE alrededor del conflicto de intereses de Topic, las empresas de su familia y el Estado, el ahora candidato presidencial descalificado puede tener razón de recurrir a la Corte Constitucional para que se le protejan sus derechos. Pero ese trámite no justifica en nada el penoso papel que una organización como SUMA, con 12 años de vigencia, juega en esta democracia.
Su interés nunca ha sido preparar al mejor candidato presidencial, sino fichar al cuadro más popular que le permita subsistir en el negocio de la política: poner legisladores, negociar con los grandes caciques del país y administrar una cuota de poder, por minúscula que esta sea.
Como lo dijo el propio Topic en la entrevista con Contacto Directo: la prioridad de SUMA era tener un binomio presidencial y no fortalecer la candidatura de cualquiera de los candidatos que están inscritos y que se solidarizaron con su causa. Se me ocurren tres nombres por su familiaridad ideológica: Henry Kronfle del PSC, Francesco Tabacci de CREO y Henry Cucalón de Construye.
El apoyo programático a cualquier de ellos, e incluso a Luisa González del correísmo, como los hechos lo acaban de confirmar, hubiese sido un gesto de madurez y generosidad política mucho más loable y productivo que seguir jugando con los nombres de ilustres desconocidos. SUMA cree que las elecciones presidenciales del Ecuador son un casting para escoger a un par de extras para una telenovela.
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