Esta es una aplicación que permite convertir el celular en un walkie talkie y comunicarse con otros.
Un informe del canal TeleSur presentó a Zello, una app utilizada por "violentos venezolanos". El gobierno bloqueó el acceso y comenzó a monitorear las conversaciones.
Las conspiraciones que el gobierno de Nicolás Maduro achaca a la “derecha fascista”, al “imperialismo” y a todo aquel que no comulgue con la revolución bolivariana, se extendió a las aplicaciones de teléfonos celulares.
Zello es una aplicación que permite convertir el teléfono celular en un walkie talkie y comunicarse con otras personas.
Es gratuita, está disponible para Android, BlackBerry y iPhone, cuenta también con una versión para PC. Se puede conversar con una persona o un grupo en cualquier parte del mundo siempre que se tenga instalado el programa en el smartphone o la computadora.
Durante las protestas estudiantiles de febrero que se registraron en Venezuela, Zello se utilizó para difundir información de las marchas.
El gobierno de Nicolás Maduro impuso un duro cerco informativo que prohibió la difusión de noticias en radios y canales de TV, al punto que eliminó de la grilla el canal NTN24. Las redes sociales se convirtieron en el espacio donde las imágenes de la represión chavista se difundieron.
Twitter también padeció una parcial censura cuando el proveedor estatal CANTV (el que posee la mayor cantidad de usuarios), bloqueó la subida de imágenes adjuntas en los tuits.
Ante las restricciones, Zello se convirtió en una aplicación para difundir lo que estaba pasando mediante grupos abiertos, pero según el informe de TeleSur, esa aplicación “ha servido como un walkie talkie para que los grupos violentos se organicen para causar destrozos a instituciones públicas”.
El gobierno consideró que este sistema de comunicación "se usaba para actos terroristas", y decidió bloquear la descarga de la aplicación.
A fines de febrero, la compañía con sede en Texas, confirmó en Twitter que la herramienta presentaba problemas en Venezuela y que había sido "bloqueada por el operador propiedad del gobierno CANTV (Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela)", por medio de su filial Movilnet.
Desde Caracas, el periodista Luis Carlos Díaz, explica que el uso de Zello “no es masivo pero logra gran nivel de significación”. Durante las protestas “sirvió de honeypot para desviar la atención del gobierno”.
Honeypot se define al software que simula una vulnerabilidad para atraer ataques. De esa manera, se logra recoger información sobre los atacantes. En Venezuela, el gobierno comenzó a seguir los grupos abiertos para escuchar las conversaciones. Díaz confirma que “hay gente monitoreando comunicaciones, lo que hace que también haya opositores que radicalicen más sus mensajes, para ‘trollear’ a los monitores”.
Los opositores difundieron mensajes más radicalizados para confundir y provocar a las autoridades; esas posturas fueron tomadas por el gobierno y amplificadas por TeleSur, mientras tanto, explica el director de Periodismo de Paz, “el resto de la información fluye por redes que no puedes monitorear, como el Blackberry Messenger y los grupos de Whatsapp”.
Con el uso de Zello también aparecieron algunas advertencias que venezolanos hicieron a través de Twitter: que la aplicación divulgaba los datos de geolocalización del smartphone y la Guardia Nacional Bolivariana podía identificar manifestantes. Muchos usuarios se desanimaron, pero la empresa comunicó que el servicio “no sirve para localizar un teléfono móvil. En todo caso la culpable podría ser la señal de GPS”, reporta el sitio especializado en tecnología Gizmodo.
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