La medida rige a partir de las 5 de la mañana del lunes.
El gobierno del presidente Nicolás Maduro anunció el domingo que aislará Caracas y otros seis estados de Venezuela para detener la propagación del nuevo coronavirus. La cifra de contagiados se elevó a 17 en la nación sudamericana.
A partir de las 5 de la mañana del lunes “entran en cuarentena social y colectiva” la capital venezolana, los estados centrales de La Guaira, Miranda, Cojedes, además de los fronterizos con Colombia --Zulia, Táchira y Apure--, dijo Maduro en una declaración transmitida en cadena de radio y televisión.
“Hoy detectamos siete casos más, siete casos, todos de los que se llaman casos importados, llegados cuatro de ellos de Europa, uno de Cúcuta, el segundo caso de Cúcuta detectado”, además de otros llegados de otros lugares del mundo. Los dos primeros casos se reportaron el viernes.
Maduro indicó que los pobladores de esas regiones, incluida Caracas y cuatro municipios del vecino estado Miranda, donde viven más de seis millones de personas, “deberán permanecer en sus casas”.
La medida incluye la suspensión de las actividades escolares y laborales, excepto servicios de distribución de alimentos, salud, seguridad, señaló.
“Hemos estado evaluando con sinceridad y crudeza que la única forma de detener los canales de propagación es entrando, progresivamente y de manera acelerada, en una fase drástica de cuarentena colectiva, aseveró.
Mientras, más países de América Latina optaron el domingo por prohibir la entrada temporal de extranjeros y suspender vuelos procedentes y con destino a Europa y Asia, a medida que se incrementaban los casos del nuevo coronavirus en la región.
Argentina prohibió el ingreso a personas que en los últimos 14 días hayan pasado por “zonas de riesgo” por un plazo de 30 días, según un decreto del Ministerio de Salud del país sudamericano. En los últimos días había restringido las visas a Estados Unidos, China, Corea del Sur, Japón, Irán, Gran Bretaña y otros países europeos.
El domingo se cerraban asimismo los grandes parques nacionales turísticos en ese país, como las cataratas de Iguazú, y los diarios locales informaban que el gobierno evaluaba suspender las clases y cerrar el transporte público temporalmente.
La tasa de enfermos subió a 45 en Argentina, tras contabilizarse 11 nuevos casos en el más reciente informe sobre la evolución del COVID-19. Dos personas han fallecido en el país por la enfermedad. En total se han reportado 5 muertos hasta el momento en Latinoamérica, incluyendo dos en Ecuador y uno en Panamá. A nivel mundial van más de 5.000 defunciones.
Más tarde, el presidente colombiano Iván Duque anunció en su cuenta de Twitter que a partir del lunes se restringe el ingreso al país de extranjeros y no residentes. “Todos los pasajeros colombianos y residentes extranjeros tendrán aislamiento preventivo obligatorio por 14 días”, señaló. Colombia ha confirmado 34 contagios.
El mandatario del Perú, Martín Vizcarra, informó de su lado que se prohíbe el arribo de cruceros y de vuelos de Europa y Asia por un mes, luego de reportarse un incremento de 28 casos en las últimas 24 horas para totalizar 71.
Otros países como Ecuador, El Salvador, Guatemala, Panamá y Venezuela también optaron restricciones de movilidad y suspendieron vuelos de países dentro de la región y los que provienen de Europa y Asia. El objetivo, según los expertos, es contener un nuevo virus que está golpeando con dureza a naciones europeas como Italia y España primordialmente, tras su propagación desde China, adonde se originó.
Mientras tanto, en naciones como Chile y Uruguay fueron suspendidas temporalmente las clases en universidades y escuelas. Chile informó que el número de casos alcanzó 75, unos 14 más que el día anterior. Uruguay registraba 6.
Mientras en Paraguay, que contabiliza 7 casos, las autoridades incentivaban a que las personas se queden en sus casas y el presidente Mario Abdo difundía una foto en sus redes sociales con el hashtag #quédateencasa. Este tipo de llamados se intensificaba en muchos países de la región, incluso, en Panamá las autoridades advirtieron con imponer un cerco capitalino luego que mucha gente viajó al interior del país centroamericano el fin de semana. Panamá registraba 43 casos hasta el sábado.
Paradójicamente, en otras naciones se registraban actos masivos en las calles, incluso, con el visto bueno de los gobiernos.
En Brasil, con el mayor número de contagios del nuevo virus hasta ahora (176), miles de brasileños salieron a las calles el domingo a manifestarse en favor del presidente Jair Bolsonaro, desafiando en algunos estados la prohibición de aglomeraciones por causa del COVID-19 e ignorando la sugerencia de Bolsonaro para postergar los actos.
Las protestas, que tienen como ejes el rechazo al Congreso y al Supremo Tribunal brasileño, habían sido convocadas varias semanas atrás. Sin embargo, ante el avance del coronavirus en Brasil y en la región, el presidente, de máscara, había pedido el jueves a sus seguidores que evitaran salir a las calles.
Al calor de las protestas que desoyeron su pedido, el propio presidente brasileño cambió su postura en la mañana del domingo. El derechista acompañó un acto en Brasilia, capital brasileña, donde despreocupado por el COVID 19 se tomó selfis y les dio la mano a decenas de manifestantes detrás de una valla.
“Esto no tiene precio, lo que el pueblo está haciendo a pesar de mi recomendación. Da para cambiar este país”, dijo el presidente, quien transmitió en vivo por su cuenta de Facebook frente a los manifestantes.
La víspera, Nicaragua --que no ha reportado casos-- organizó una gran marcha a través de la capital anunciada como una muestra de unidad para enfrentar la pandemia, pero que fue criticada por la oposición.
La marcha del sábado en la nación centroamericana se denominó "Amor en tiempos del COVID-19", un guiño a la novela de Gabriel García Márquez "El amor en los tiempos del cólera". Un sitio web alineado con el gobierno dijo que participaron "miles".
Y en México vídeos este fin de semana mostraban al presidente Andrés Manuel López Obrador abrazando a sus admiradores en medio de multitudes e incluso besando la mejilla de una niña. El fin de semana, en tanto, el festival de música Vive Latino atrajo a decenas de miles de personas en Ciudad de México.
Las autoridades federales mexicanas aumentaron el número de casos confirmados a 41 en un informe que divulgaron el sábado por la noche.
También en Venezuela, la vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció que su país solicitó la intervención de la Organización Mundial de la Salud para procurar la “ineludible coordinación” entre el gobierno de Caracas y Bogotá a raíz de la presencia del COVID-19 en la ciudad colombiana de Cúcuta, fronteriza con Venezuela.
En Puerto Rico ante la confirmación del quinto caso positivo a COVID-19, la gobernadora Wanda Vázquez impuso un toque de queda a partir del domingo a las 6:00 de la tarde, que pondrá candado a tiendas, cines, teatros, casinos, parques, bares, centros comerciales, gimnasios, centros de juego y otras actividades.
El cierre aplica, además, a las oficinas gubernamentales, excepto aquellas relacionadas a servicios esenciales. La medida será efectiva hasta el 30 de marzo.
En todo el mundo 150.000 personas se han infectado y más de 5.000 han fallecido, pero la mitad de los que alguna vez tuvieron el virus se han recuperado. La mayoría de los enfermos presenta síntomas leves como fiebre o tos, pero para las personas mayores o que tienen otros problemas de salud pueden ser peores, incluso neumonía.
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