Uribe acusado de nexos con narcotráfico y paramilitares en el Congreso de Colombia
La discusión fue promovida por el senador Iván Cepeda, quien presentó pruebas de sus afirmaciones.
El expresidente de Colombia Álvaro Uribe, actual senador derechista y principal opositor del gobierno de Juan Manuel Santos, fue acusado este miércoles de supuestos nexos con paramilitares y narcotraficantes, en un intenso y largo debate en el Congreso.
La discusión fue promovida por el senador izquierdista Iván Cepeda, quien presentó pruebas de sus afirmaciones desde el inicio de la vida pública de Uribe en los años 1980 hasta su llegada a la Presidencia, que ocupó entre 2002 y 2010.
"Como parte de las conductas de Uribe que se deben investigar hay decisiones que claramente han beneficiado al narcotráfico y al paramilitarismo", dijo Cepeda, legislador en la Comisión Segunda del Senado.
Mencionó como ejemplos la concesión de licencias de aviación a personas relacionadas con el tráfico de drogas, la legalización de empresas de seguridad dirigidas por jefes de milicias ilegales de extrema derecha y la defensa del referendo contra la extradición durante el auge de los carteles del narcotráfico en los años 1990.
Entre las pruebas contra Uribe, Cepeda señaló que el expresidente fue miembro principal de la Junta Directiva de la empresa del banquero del Cartel de Medellín Luis Carlos Molina Yepes, condenado por el homicidio en 1986 del director del diario El Espectador, Guillermo Cano.
También mostró vinculaciones del exmandatario, o de familiares cercanos, con narcotraficantes como Pablo Escobar, capo del Cartel de Medellín, la familia Ochoa y el clan de los Cifuentes Villa. Y afirmó que la empresaria Enilce López ("La Gata"), acusada de lavado de activos, aportó a la campaña presidencial de Uribe.
"Ha tenido relaciones comerciales con, por lo menos, 11 personas condenadas o acusadas por paramilitarismo y narcotráfico", dijo Cepeda, quien ofreció pruebas de tratos de Uribe con el exlíder de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, y citó al exjefe paramilitar Diego Murillo ("Don Berna"), diciendo que el expresidente "era un colaborador del capo Pablo Escobar".
Mancuso y Murillo están presos en Estados Unidos, adonde fueron extraditados por narcotráfico.
Además, Cepeda indicó que el fallecido hermano del exmandatario, Jaime Uribe, era amigo personal de Vicente Castaño, una de las figuras más emblématicas de las AUC, quien llegó a decir en 2005 que los bloques paramilitares tenían "más del 35% de amigos en el Congreso".
Cepeda dijo que presentará todos los documentos que sustentan sus denuncias a la Corte Suprema de Justicia y a la Fiscalía.
"Mentiroso consumado"
Uribe, quien durante la exposición de Cepeda salió del Parlamento para radicar una denuncia contra el congresista ante la Corte Suprema de Justicia, dijo que la presentación era promovida por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) y coordinada por el presidente Santos.
"Me retiro transitoriamente para dirigirme a la Corte Suprema de Justicia a radicar pruebas (...) en relación con este nuevo evento difamatorio promovido por el grupo terrorista de las FARC, sus aliados de siempre, los paramilitares, sus nuevos secuaces, sus antiguas víctimas, publicitado por Telesur y Canal Capital, medios de comunicación serviles del terrorismo, coordinado por el presidente de la República", señaló Uribe.
Durante su intervención, el exmandatario negó tajantemente las acusaciones y destacó la austeridad y honorabilidad que ha marcado su vida política.
Dijo no ser amigo de Molina Yepes, pero sí del fallecido Cano y pidió respeto. Rechazó haber hecho política con Pablo Escobar, afirmó que conoció a Mancuso antes de que fuera paramilitar y desmintió ser cercano a "La Gata", junto a quien aparece en una foto presentada por Cepeda.
Uribe, que asegura que su padre fue asesinado por las FARC, tildó de "mentiroso consumado" a Cepeda, quien a su vez es hijo de un legislador de la Unión Patriótica (un partido fundado en 1985 como propuesta legal de varios grupos guerrilleros) ultimado por oficiales del Ejército y paramilitares.
El expresidente, un influyente político, no sólo consideró a Cepeda un "aliado" de las FARC, sino que insistió en que Santos, su otrora aliado y actual enemigo desde que propiciara un proceso de paz con las FARC, "es promotor de este debate".
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