El cierre sin precedentes de 35 días del gobierno federal terminó.
El cierre sin precedentes de 35 días del gobierno federal terminó luego de que el presidente Donald Trump cedió a una presión creciente, que lo llevó a promulgar una ley que reanuda las operaciones gubernamentales de Estados Unidos durante tres semanas. Ello le supuso un revés en su exigencia de que el Congreso prometiera miles de millones de dólares para la construcción de un muro en la frontera con México, para que las dependencias federales regresaran a trabajar.
El mandatario firmó la iniciativa el viernes por la noche. Trump, en una posición de negociación debilitada, tratará nuevamente de persuadir a los legisladores para que financien el muro, con el 15 de febrero como nueva fecha límite, mientras amenaza con otro cierre.
El sábado tuiteó que "21 días pasan muy rápido" y que llegar a un trato "no será fácil" porque tanto republicanos como demócratas están "muy aferrados".
Sin explicar cómo lo haría, el presidente afirmó: "Construiremos el muro", a pesar de que la propuesta de ley que firmó el viernes después de llegar a un acuerdo con los líderes del Congreso no incluyó ningún fondo adicional para la construcción del muro. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata de California, ha dicho repetidamente que no lo aceptará: "¿No he sido clara? No, he sido muy clara", aseguró.
El gobierno pidió a los jefes de las dependencias federales que reanuden operaciones “de manera rápida y ordenada”, y dijo que los empleados cesados pueden volver al trabajo.
Trump dio marcha atrás a su intransigencia en el 35to día del cierre parcial del gobierno, mientras se incrementaban las demoras en los aeropuertos de la nación y aumentaba la urgencia para resolver el enfrentamiento luego de que cientos de miles de empleados federales no recibieron su sueldo por segunda quincena consecutiva.
“Esto no fue de ninguna manera una concesión”, afirmó Trump en un tuit el viernes por la noche, rechazando las críticas de los que querían que no cediera. “¡Fue para atender a millones de personas que estaban resultando muy afectadas por el cierre, en el entendido de que en 21 días, si no se llega a un acuerdo, tomaremos medidas rápidamente!”
El cierre terminó mientras los líderes demócratas habían insistido que se hiciera: primero reabriendo el gobierno y después negociar sobre la seguridad fronteriza.
“El presidente pensó que podía doblegar a los demócratas y no lo hizo. Espero que esta sea una lección para él”, dijo Chuck Schumer, el líder demócrata en el Senado. Por su parte, Pelosi dijo sobre sus miembros: “Nuestra unidad es nuestro poder. Y eso es quizás lo que el presidente subestimó”.
Aún con el acuerdo, Trump defendió la construcción de un muro fronterizo y señaló que podría volver a cerrar el gobierno por ello. Sin embargo, en la reanudación de las negociaciones, el mandatario lleva una posición debilitada. Encuestas recientes encontraron que era visto como el culpable de la paralización del gobierno y rechazaron sus argumentos para un muro fronterizo.
“Si no obtenemos un acuerdo justo de parte del Congreso, el gobierno volverá a cerrarse el 15 de febrero, de nuevo, o utilizaré los poderes que me dan las leyes y la Constitución de Estados Unidos para atender esta emergencia”, afirmó Trump.
El presidente ha dicho que podría declarar una emergencia nacional para financiar el muro fronterizo unilateralmente si el Congreso no le da el dinero. Es casi seguro que una medida así enfrentaría obstáculos legales.
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