Las tormentas de arena afectaron esta semana a 409 millones de personas en China
El halo entre amarillento y anaranjado ha cubierto numerosas ciudades chinas en los últimos dos días.
Las tormentas de arena que azotan desde hace tres días el norte de China han afectado hasta ahora a 409 millones de personas y se han extendido a lo largo de 2,29 millones de kilómetros cuadrados, según datos de la Administración Forestal del país asiático.
El Centro Meteorológico Nacional renovó la alerta azul por tormentas de arena, pidió a la población que reduzca todo lo posible las actividades en el exterior y advirtió de que el polvo y arena en suspensión afectarán también hoy, miércoles, a la mayor parte del territorio chino por encima de la cuenca del río Yangtsé.
Entre las áreas afectadas se encuentra Pekín, donde el índice de calidad del aire rozaba a primera hora de esta mañana los 350 puntos, un nivel considerado peligroso, aunque por debajo de los más de mil puntos que llegó a alcanzar el pasado lunes.
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El halo entre amarillento y anaranjado que cubrió numerosas ciudades en los últimos dos días fue uno de los temas más comentados en las redes sociales chinas, donde millones de internautas usaron la etiqueta "tormenta de arena" para quejarse por la situación, mientras otros bromeaban diciendo que cuando llegaron al trabajo parecían "guerreros de terracota".
Los efectos de la tormenta, según las autoridades meteorológicas, llegaron incluso a la megalópolis oriental de Shanghái, donde normalmente los niveles de contaminación son muy inferiores a los de las grandes ciudades del norte y centro del país.
Las tormentas se originaron en Mongolia y se desplazaron desde última hora del lunes en dirección sureste, entrando en China a través de la región autónoma de Mongolia Interior, de acuerdo a la institución meteorológica.
El meteorólogo Zhang Mingying dijo esta semana al diario Global Times que la intensidad de estos eventos se debe a la falta de lluvias y ausencia de cubierta de nieve en el norte de China durante el invierno y el inicio de la primavera, lo que facilita que el viento arrastre en suspensión la arena y polvo acumulados.
Zhang predijo que las condiciones mejorarán a partir de finales de abril o inicios de mayo con el aumento de las precipitaciones.
El Centro Meteorológico chino estima que el número de tormentas de arena ocurridas en 2023 en el norte del país es el mayor de la última década, aunque los niveles de partículas en suspensión son similares a los registrados en años previos.
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