Más de la mitad de los 87 secuestros de periodistas en el mundo en el 2013 fueron en Siria.
Más de la mitad de los 87 secuestros de periodistas registrados en el mundo en 2013 tuvieron lugar en Siria, lo que convierte a este país en el más peligroso para informadores como los españoles Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova, liberados el sábado tras más de seis meses.
Según expone Reporteros sin Fronteras (RSF) en su último informe anual, en 2013 había al menos 19 periodistas extranjeros secuestrados o en paradero desconocido en territorio sirio, donde ya han muerto casi 130 reporteros desde que comenzó el conflicto, en marzo de 2011.
El pasado 2 de marzo el corresponsal de "El Periódico de Catalunya" Marc Marginedas, secuestrado el 4 de septiembre en los alrededores de la ciudad de Hama, en el centro de Siria, quedaba en libertad tras permanecer seis meses en manos de yihadistas del Estado Islámico de Irak y del Levante (ISIL, siglas en inglés).
Días más tarde, el 16 de septiembre, fueron capturados los periodistas del diario "El Mundo" Javier Espinosa y el fotógrafo "freelance" Ricardo García Vilanova, también por el ISIL.
Los periodistas liberados ayer fueron capturados en un puesto de control de Tal Abyad, en la provincia de Raqqa, fronteriza con Turquía.
La principal amenaza a los reporteros se encuentra en el norte, en las partes liberadas por los rebeldes, donde algunos grupos tienen como blanco a los periodistas y han secuestrado tanto a sirios como a extranjeros.
El periodista español Manu Brabo, que ha estado varias veces en Siria, considera que ha habido una evolución considerable del peligro.
En su caso, al principio estaba más pendiente de las milicias del régimen, por si irrumpían en las áreas insurgentes, pero luego comenzó a escuchar que algunos compañeros habían tenido dificultades con los yihadistas.
Esos problemas se hicieron, a su juicio, más acuciantes a partir del 22 de noviembre de 2012, con el secuestro del reportero "freelance" estadounidense James Foley.
El propio Brabo, que recibió el premio Pulitzer en 2013 por su trabajo en Siria junto al equipo de la agencia Associated Press, fue capturado por las tropas gubernamentales en Libia.
Si hay algo que diferencia la cobertura de Siria de otros conflictos, como el de Irak, es que los informadores son objetivo de ambos contendientes.
Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), el aumento del peligro en el último año radica en la creciente influencia de organizaciones vinculadas a Al Qaeda en el norte de Siria, que han secuestrado tanto a trabajadores de medios locales como internacionales, "a los que tachan de espías".
Los secuestros de periodistas en el mundo aumentaron "de forma alarmante" en el 2013, según denuncia el informe anual de Reporteros sin Frontera, publicado el mes pasado.
En total, 87 informadores fueron secuestrados en distintas partes del globo, lo que supuso un incremento del 129 % respecto al año anterior.
La mayoría de los cautiverios fueron perpetrados por grupos radicales islamistas y más de la mitad, en concreto 49, se produjeron en Siria.
Además de los secuestrados, 75 periodistas fueron asesinados, otros 37 periodistas-ciudadanos murieron en el ejercicio de sus funciones, 177 fueron encarcelados y 2.160 recibieron amenazas o fueron agredidos físicamente por informar.
Para la ONG, Siria representa "la escalada del horror", donde "la represión sangrienta del régimen de Bashar el Asad y la presencia de grupos armados islamistas de Al Qaeda" han convertido el país en un cementerio.
Junto a Siria, Somalia, Mali y Pakistán encabezan los países más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo, a los que les siguen muy de cerca China, Irán y Eritrea.
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