Secuestrador despliega bandera islámica en toma de rehenes en un café de Sídney
Cinco personas, tres hombres y dos mujeres lograron salir del café en dos momentos diferentes.
Un hombre armado, que al parecer actúa en solitario, secuestró el lunes a varias personas en un café de Sídney, donde hizo colocar una bandera utilizada a menudo por grupos yihadistas, sin que por ahora se haya informado de heridos.
Seis horas después del inicio de la toma de rehenes, cinco personas, tres hombres y dos mujeres lograron salir del café en dos momentos diferentes, dijo la policía australiana.
Decenas de policías rodean el Lindt Chocolat Café, un establecimiento situado en Martin Place, una plaza peatonal del barrio financiero, en el centro de Sídney, donde también hay varios edificios oficiales.
Las imágenes de televisión mostraban en las ventanas del café una bandera negra con la inscripción en árabe "No hay otro Dios que Alá, Mahoma es el mensajero de Alá".
"Es chocante para todo el mundo", dijo Goldie Jamshidi una empleada de un local del barrio.
El gobierno dijo que no estaba clara la motivación, pero que la bandera es una enseña que utilizan algunos grupos yihadistas.
Tras los hechos, más de 40 agrupaciones musulmanas australianas condenaron la toma de rehenes y la utilización del emblema.
"Rechazamos todo intento de arrebatar vidas inocentes de seres humanos o de infundir miedo y terror", dijeron en un comunicado, en el cual afirmaron que "individuos desorientados" se han apropiado indebidamente de símbolos islámicos.
Australia ha estado en alerta en las últimas semanas por el temor del gobierno de que algunos de sus ciudadanos que luchan junto a los yihadistas en Irak y Siria puedan cometer ataques a su regreso al país.
El primer ministro Tony Abbott convocó una reunión de seguridad nacional y calificó de "inquietantes" los hechos, a la vez que llamó a sus conciudadanos a guardar la calma.
Según informó la Casa Blanca, el presidente estadounidense Barack Obama fue informado sobre la situación.
Entre los cinco rehenes que lograron escapar figura la camarera Elly Chen y un empleado del gigante informático indio Infosys, informó la empresa.
Catherine Burn, adjunta del jefe de policía de Nueva Gales del Sur, dijo que las autoridades "han tenido contactos y siguen en contacto" con el secuestrador.
"No tenemos información de que haya heridos en el lugar de los hechos", agregó.
Cerrada ópera de Sídney
Los medios australianos reportaron que el secuestrador hizo varias demandas, pero estas publicaciones fueron retiradas luego de que la policía pidiera que no fueran difundidas.
El periodista Chris Kenny, que se encontraba en el café justo antes de la toma, dijo al periódico The Australian, en el que trabaja, que había oído que no funcionan las puertas automáticas de la entrada y que una mujer, que se disponía a entrar cuando él iba saliendo, vio a un hombre con un arma que dijo: "arriba las manos".
Martin Place, el barrio donde está situado el café, es un centro financiero y alberga varios edificios públicos como el Parlamento de Nueva Gales del Sur y el Banco Central, y sedes diplomáticas, como la embajada de Estados Unidos.
Tras la toma, la ópera de Sídney canceló las funciones de la noche.
Muchas tiendas decidieron cerrar temprano y en las calles se veía mucha menos gente de lo habitual.
"Todas las tiendas alrededor cerraron por motivos de seguridad", dijo Marian Chung, gerente de un comercio turístico que vende peluches de canguros y de koalas.
El incidente coincide con el arresto en Sídney de un hombre de 25 años que según las autoridades podría formar parte de un plan para cometer atentados en territorio australiano.
Su arresto forma parte de las "investigaciones en curso para planificar un ataque terrorista en suelo australiano y para facilitar el viaje de ciudadanos australianos a Siria para participar en la lucha armada".
Por el momento se desconoce si la detención y la situación en el café están relacionados.
En septiembre, el gobierno decidió aumentar el nivel de alerta por amenazas terroristas y la policía llevó a cabo operaciones antiterroristas en todo el país, en las que sólo se acusó a dos personas.
Recomendadas