Santos disputa las elecciones colombianas con Óscar Iván Zuluaga.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó hoy que los enemigos de la paz han llegado a extremos inimaginables con la intención de sabotear las negociaciones con las FARC en Cuba, en una alusión velada al escándalo de espionaje en la campaña para las elecciones presidenciales del próximo domingo.
Sin mencionar a nadie en particular, Santos, que busca la reelección, aludió a los vínculos del candidato del Centro Democrático, Óscar Iván Zuluaga, con el pirata informático Andrés Sepúlveda, detenido por la Fiscalía por interceptación ilegal de correos electrónicos con el fin de sabotear el proceso de paz del Gobierno con las FARC.
"Nunca me imaginé que los enemigos de la paz, que los que pretenden que continuemos en guerra indefinidamente, llegaran a los extremos a los que han llegado. Nunca me imaginé", manifestó el presidente en un acto de graduación subtenientes de la Policía en Bogotá.
Imágenes y grabaciones de audio publicadas los últimos días por la revista Semana y el diario El Tiempo muestran a Zuluaga en una reunión con Sepúlveda, y por la conversación se puede inferir que el político sabía a qué se dedicaba el pirata pues incluso le pregunta por planes para torpedear a Santos.
Zuluaga está técnicamente empatado con Santos en los primeros lugares de las encuestas de intención de voto, que apuntan a que la elección del domingo irá a segunda vuelta el 15 de junio.
Según Santos, lo que se ha visto en los últimos días con tal de sabotear el proceso de paz es "inaceptable" y "condenable" porque se trata de "enemigos de la paz" que están "desesperados" y quieren, mediante la penetración en la redes de inteligencia de las Fuerzas Armadas, atentar "contra del proceso de paz".
"Pero aquí lo que no se puede tolerar es que esos enemigos de la paz utilicen esos mecanismos ilegales, lleguen al extremo de delinquir con tal de cortarles a los colombianos esa esperanza de lograr un país en paz. Eso es intolerable, es inaceptable y no lo voy a aceptar", subrayó el mandatario.
El presidente agregó que cuando su Gobierno inició los diálogos de paz con las FARC en La Habana, en noviembre de 2012, "sabía que iban a surgir enemigos", lo que consideró "normal" en un país que lleva cincuenta años de conflicto armado, pero nunca pensó que la campaña del miedo fuera tan lejos.
"El pueblo colombiano sabe perfectamente para dónde vamos, sabe perfectamente que el rumbo que tenemos es definido y el pueblo colombiano no se va a dejar desviar ni yo me voy a dejar desviar por los ataques de estos enemigos", sentenció el jefe de Estado.
Las conversaciones de paz ya alcanzaron su ecuador al haber llegado las partes a acuerdos en tres de los seis puntos de la agenda: tierras y desarrollo rural, participación política y drogas ilícitas.
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