Rousseff confía en "caída vertiginosa" del mosquito de zika durante Olímpicos
"El mosquito no puede ser más fuerte que un país entero", reiteró la jefa de Estado.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, confío hoy en la "caída vertiginosa" del mosquito Aedes aegypti, transmisor del zika, durante los Juegos Olímpicos que se celebran en Río de Janeiro este agosto, debido al descenso de las temperaturas con la llegada del invierno austral.
Rousseff respondió las preguntas de un grupo de niños en una escuela de la localidad de Juazeiro, en el estado de Bahía, la cual visitó como parte de una movilización gubernamental para combatir el Aedes aegypti, transmisor también del dengue y el chikunguña.
La presidenta recalcó que el descenso de las temperaturas propia del mes de agosto "disminuirá la capacidad del mosquito" de proliferación, pero recalcó que aún así el Gobierno tomará todas las precauciones.
La mandataria, que lucía una camiseta que aludía a la lucha contra el mosquito, afirmó que las autoridades concienciarán a los visitantes para que usen repelentes y mangas largas, sobre todo en el caso de las embarazadas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció hoy que hay un "aumento de la acumulación de evidencias" que apuntan a una relación entre el virus del zika y casos de microcefalia, pero dijo que solo a mediados de año podrá aclararse está cuestión.
La presidenta dio una clase a los alumnos sobre los riesgos del mosquito, que prolifera en aguas estancadas.
"El mosquito no puede ser más fuerte que un país entero", reiteró la jefa de Estado, parafraseando un eslogan de la campaña contra el insecto.
Antes de visitar la escuela, Rousseff estuvo en la fábrica Moscamed Brasil, situada en la misma localidad y responsable de crear mosquitos Aedes aegypti transgénicos para controlar el insecto, ya que sus larvas mueren antes de llegar a la fase adulta.
Además de la mandataria, una veintena de ministros participan también en el denominado Día Nacional de la Educación Zika Cero, en el marco del cual han viajado por el país para concienciar a escolares sobre la importancia de combatir al mosquito.
El ministro de Comunicación, André Figueiredo, de Defensa, Aldo Rebelo, y de la Secretaría de Comunicación Social, Edinho Silva, se acercaron a colegios en Sao Paulo, mientras que el titular de Salud, Marcelo Castro, asistió a un centro escolar en Brasilia.
El país suramericano es uno de los más afectados por el virus del Zika, que se sospecha que está ligado al rápido aumento de casos de microcefalia, pero del que no existen estadísticas fiables.
Por eso, desde este jueves, los médicos y centros de salud están obligados a informar a las autoridades sanitarias de los casos sospechosos de zika que atiendan.
Según un boletín divulgado el miércoles, en Brasil fueron registrados desde octubre del año pasado 5.280 posibles casos de bebés con microcefalia o alteraciones del sistema nervioso, de los que 508 ya fueron confirmados.
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