En la resolución, la Corte ordenó un nuevo juicio con un tribunal diferente.
La salvadoreña Evelyn Hernández, acusada por la muerte de su bebé al dar a luz, conocerá su destino el próximo lunes, cuando se anunciará el fallo de este caso emblemático en un país con una férrea legislación contra el aborto.
La audiencia del juicio por homicidio agravado llegó a su fin este viernes tras escuchar a una testigo y los alegatos finales de la Fiscalía y la defensa. Hernández permanece en libertad en espera de la decisión.
"Esperamos una sentencia absolutoria, no hay ningún elemento que nos permita pensar que Evelyn tenía la intención de terminar con la vida del bebé. Lo que ocurrió fue un parto extrahospitalario, fue una desgracia", declaró a la AFP Arnau Baulenas, del equipo de abogados defensores.
Morena Herrera, coordinadora del colectivo Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto Terapéutico, Ético y Eugenésico (ACDATEE), lamentó que la Fiscalía cerrara su alegato pidiendo 40 años de cárcel para Hernández.
"Pedir 40 años de cárcel es una auténtica locura, es una aberración jurídica porque no hay prueba contra Evelyn", dijo Herrera.
Hernández, de 21 años, había sido condenada en julio de 2017 a 30 años de cárcel, pero la sentencia fue anulada en febrero de este año en virtud de una resolución de la Corte Suprema de Justicia. La joven fue liberada después de 33 meses encarcelada.
En la resolución, la Corte ordenó un nuevo juicio con un tribunal diferente.
El nuevo proceso, que comenzó el 16 de julio, se reanudó el jueves pero fue suspendido por la ausencia de una policía testigo de la Fiscalía, por lo cual el juez José Jurado Martínez ordenó un receso hasta este viernes.
"Solo les quiero decir que yo soy inocente", y "sé que él (juez) va a hacer justicia", declaró Hernández el jueves en la apertura del juicio.
El caso se remonta al 6 de abril de 2016, cuando la joven, según la abogada Elizabeth Deras, tuvo un "parto extrahospitalario" en una letrina, y al llegar a un hospital de la ciudad oriental de Cojutepeque, quedó detenida y acusada de homicidio agravado.
El estudio forense del Instituto de Medicina Legal no es concluyente sobre lo ocurrido en el parto, aunque la defensa ha dicho que el niño nació muerto por aspirar meconio, el primer excremento que, al ser expulsado dentro del vientre, causa daño al feto.
La Fiscalía General de la República (FGR) cambió el cargo contra Hernández, quien ya no es acusada de homicidio agravado (con dolo y premeditación), sino de homicidio agravado por omisión (por negligencia, sin dolo).
La legislación salvadoreña prohíbe la interrupción del embarazo en todas sus formas.
El artículo 133 del Código Penal salvadoreño establece una pena de 2 a 8 años por aborto. Sin embargo, fiscales y jueces tipifican los casos de aborto, incluso los espontáneos, como "homicidio agravado", un delito penado con 30 a 50 años de cárcel.
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