La dieron por muerta y fue llevada viva a una cámara mortuoria donde murió congelada.
Un tribunal de California (EE.UU.) reabrió el caso de una anciana a la que, tras sufrir un infarto, los doctores de un hospital de Los Ángeles habrían dado por muerta sin estarlo y fue congelada viva, según documentos judiciales publicados por el diario "Los Angeles Times".
María Jesús Arroyo sufrió un infarto de corazón el 26 de julio de 2010, fue dada por muerta erróneamente por el personal del White Memorial Medical Center y falleció congelada en una cámara mortuoria, de acuerdo con la investigación judicial.
En un primer momento la familia demandó al centro médico por un supuesto maltrato del cadáver de la fallecida en la morgue, ya que cuando los forenses recibieron el cuerpo tenía numerosas heridas en el rostro y una fractura en la nariz.
Durante la investigación, un patólogo sentenció que esas heridas no pudieron producirse una vez muerta y que lo que ocurrió es que la propia anciana se lesionó mientras intentaba escapar de la cámara mortuoria en el que la habían metido viva por error.
La evidencia más sólida de este argumento, según los documentos judiciales, es que los forenses recibieron el cuerpo de la anciana boca abajo.
Lo que habría ocurrido por tanto es que los médicos la dieron por muerta sin estarlo y la anciana se despertó una vez ya en el congelador de la morgue, del que trató de escapar sin éxito.
Ahora un tribunal de California ha aceptado una nueva demanda de la familia de la anciana, en la que acusan al hospital de haberla congelado viva.
El hospital aún no se ha pronunciado en los medios sobre este trágico caso que se inició hace cuatro años.
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