Trabajaba como profesora de historia en una escuela privada en un barrio acomodado en California.
Era un trabajo que le gustaba y en el que pensaba permanecer. Pero llegó la pandemia y las cosas cambiaron.
Se vio obligada a volver a trabajar presencialmente cuando los contagios de covid-19 seguían aumentando.
Estaba preocupada por el riesgo para su salud y por el aumento de su carga laboral al tener que hacer clases online y en persona al mismo tiempo.
Ahora, cuando ya ha pasado más de un año desde el inicio de la pandemia, Melissa Villarealacaba de renunciar a su empleo y trabaja en algo completamente distinto: diseño industrial.
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Fue una decisión muy difícil, cuenta, porque "uno se siente culpable como maestra". "No quieres dejar a los estudiantes".
Aún así, "quedó tan claro que no se preocupaban por mi salud, la salud de los niños o el bienestar mental de nadie. Es un negocio y se trata de dinero. La pandemia me sacó el velo de los ojos".
Su renuncia no estuvo motivada por conseguir un mejor salario, sino por tener mejores condiciones de trabajo, una de las principales razones que ha empujado a miles de estadounidenses a renunciar en los últimos meses.
La "Gran Renuncia"
Es el fenómeno que se conoce como la "Gran Renuncia", un concepto que se ha hecho cada vez más conocido en Estados Unidos luego de que cuatro millones de empleados (el 2,7% de la fuerza laboral) abandonaran su trabajo en abril, marcando un récord histórico.
"Creo que hay muchas personas que están considerando hacer un cambio en sus vidas y eso con frecuencia implica un giro en sus carreras", le dijo a BBC Mundo Anthony Klotz, profesor asociado de Gerencia en la Escuela de Negocios Mays de la Universidad Texas A&M, quien acuñó el concepto de la "Gran Renuncia".
Un reciente estudio de la empresa Gallup confirmó que existe una "tasa de abandono asombrosamente alta" y un récord de vacantes en todas las categorías laborales que abarcan desde los empleos presenciales de servicio al cliente, hasta puestos de profesionales altamente calificados.
Es una tendencia que puede mantenerse, considerando que un 48% de la fuerza laboral estadounidense está buscando activamente -o siguiendo atentamente- nuevas oportunidades de trabajo, señalaba el informe.
Teniendo en cuenta que muchos trabajadores no tienen contratos permanentes que les garanticen beneficios como la cobertura de salud o un aporte a las pensiones, es probable, dicen los expertos, que la alta rotación continúe.
Las causas que han empujado a muchos al éxodo laboral son muy distintas. Están aquellos que querían renunciar en 2020, pero se vieron obligados a posponer su decisión hasta este año por la pandemia.
Otros sufren agotamiento por una excesiva carga laboral. También están los que renuncian porque han cambiado las prioridades de su vida.
Por ejemplo, durante la pandemia se dieron cuenta que querían pasar más tiempo con la familia, aventurarse a cambiar de rubro o iniciar un emprendimiento.
Muchos quieren trabajo flexible
Y luego están los que abandonan su trabajo porque su empleador les exigió que regresen a la oficina. Son las personas que quieren seguir teletrabajando o, al menos, desean llegar a un acuerdo laboral bajo un modelo híbrido.
Aquí la palabraclave es "flexibilidad".
A esas situaciones se suma el problema de muchos trabajadores de bajos ingresos -como los empleados de restaurantes y hoteles- que buscan empleo en otras industrias por temor a contagiarse con el coronavirus.
De hecho, una parte importante de quienes renunciaron en el mes de abril trabajaban en el sector de servicios y el comercio minorista.
"Hay mucha rotación en los puestos con bajos salarios en los que la gente realmente no tiene una progresión profesional. Si encuentras un trabajo que te ofrece solo un poco más, cambiarlo no tiene ningún costo para ti", explica Julia Pollak, economista laboral de ZipRecruiter.
Ya sea porque quieren más dinero, un mejor trato, más flexibilidad o más tiempo para su vida personal, muchos estadounidenses se están arriesgando a cambiar de empleo.
El salario no es lo único
Aunque el fenómeno de la "Gran Renuncia" es transversal, "las tendencias más importantes giran en torno a roles que tradicionalmente han tenido bajos salarios y a los trabajadores esenciales", le dice a la BBC Alison Omens, jefa de Estrategia de la firma JUST Capital.
Es el caso de los trabajadores de la salud que, con la llegada de la pandemia, se vieron obligados a realizar jornadas más extensas, lidiar con el público y, en muchas ocasiones, sin la garantía de acogerse a una licencia por enfermedad.
Casos parecidos se han dado en el sector servicios y el comercio minorista.
Empresas como Target y Best Buy han aumentado los salarios, mientras que McDonald's y Amazon ofrecen bonificaciones de contratación.
Aún así, una encuesta realizada por la firma de búsqueda de ejecutivos Korn Ferry encontró que el 94% de los minoristas tienen problemas para cubrir los puestos vacíos.
Parte del problema, explica Omens, es que si bien los incentivos financieros son un comienzo, para muchas personas no solo se trata de dinero.
Se trata de encontrar empleos que les ofrezcan más beneficios, movilidad ascendente y un trato digno, incluso aunque el sueldo no sea mucho mejor.
"Le preguntamos a la gente si aceptarían un recorte salarial para trabajar en una empresa que se alinea con sus valores", agrega la experta, "y en general, la gente dice que sí".
El recambio generacional
Algunos expertos dicen que la "Gran Renuncia" no fue causada solo por la pandemia.
Argumentan que la alta rotación laboral es una tendencia que venía desde mucho antes y que la pandemia solamente la aceleró, especialmente en el caso de los más jóvenes.
A eso se suma la libertad que dan los avances tecnológicos para conectarse desde cualquier lugar, sin tener que ir diariamente a una oficina.
Cada vez son más los trabajadores autoempleados o cuentapropistas que ofrecen sus servicios y no dependen de una relación contractual con un solo empleador.
Un estudio hecho por la firma Upwork señala que uno de cada tres estadounidenses está dedicando alguna parte de su tiempo a hacer trabajos independientes de su empleo formal.
¿Cuál será el verdadero impacto?
Mientras algunos analistas creen que la "Gran Renuncia" es un fenómeno temporal que no generará un impacto en el largo plazo, otros argumentan que forma parte de una transformación más profunda en el mercado laboral de EE.UU.
Anthony Klotz plantea que aquellas las empresas que no se adapten a la "nueva normalidad" correrán el riesgo de enfrentarse a una posible fuga de talento.
"Aquellas empresas que ofrecen mayor flexibilidad en términos de trabajo remoto e híbrido, tienen más posibilidades de reclutar trabajadores de forma global", asegura.
El investigador considera que una de las consecuencias a largo plazo de todos estos cambios en el mercado laboral es que los trabajadores tendrán muchas más opciones en términos de los distintos arreglos de cómo y dónde se realizan sus labores.
Por otro lado, la pandemia ha dejado algunas lecciones sobre qué tanto una empresa se interesa en cuidar a su fuerza laboral.
Ben Kiziltug, de la compañía de manejo de recursos humanos Personio, le dijo a la BBC que las firmas que en los últimos tiempos han manejado bien a sus empleados durante esta crisis, no están siendo tan afectadas por la "Gran Renuncia".
En cambio aquellas que no respondieron a las expectativas de sus empleados son las más expuestas a perderlos.
(*Con la colaboración de Kate Morgan).
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