A pesar de atentados, líderes mundiales están listos para Conferencia del clima en París (ONU)

Los ataques de París han afectado la preparación de la conferencia sobre cambio climático en la capital francesa, pero los dirigentes mundiales siguen dispuestos a alcanzar un acuerdo, dijo este viernes el representante de la ONU para el cambio climático.

 

"Todos y cada uno de los líderes mundiales están confirmando que irán a París, porque piensan que es un evento importante", dijo Janos Pasztor, el asesor del secretario general de la ONU para el cambio climático.

 

Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, de China, Xi Jingping, y de Rusia, Vladimir Putin, estarán entre los 138 líderes que asistirán a la cumbre de París que comienza el 30 de noviembre.

 

Después de los atentados terroristas del 13 de noviembre, que dejaron 130 muertos y cientos de heridos, se ha incrementado la seguridad.

 

"Los atentados de París están afectando la preparación y las actividades planificadas de la COP21", afirmó Pasztor en una conferencia de prensa.

 

El alto funcionario de la ONU minimizó la posibilidad de que en lugar de a las negociaciones sobre la lucha contra el calentamiento global, los líderes se dediquen en París a tratar el tema del terrorismo.

 

"Es inevitable que cuando se reúnan, los líderes hablen sobre todos los temas importantes", dijo. Pero añadió que su presencia en París debe verse como una demostración de la seriedad con la que se toman la cuestión del clima.

 

La conferencia se inaugurará en París exactamente dos semanas después de los ataques coordinados en una sala de conciertos, un estadio de fútbol y en bares y restaurantes, que fueron reivindicados por el grupo Estado Islámico.

 

A pesar de que una gran manifestación prevista para el 29 de noviembre en París fue suspendida, habrá más de 2.000 marchas en diferentes ciudades del mundo para presionar a los dirigentes mundiales para que reaccionen ante el problema, dijo Pasztor.

 

La meta de las negociaciones sobre el cambio climático es alcanzar un acuerdo para limitar el aumento medio de las temperaturas del planeta a dos grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit) respecto de los niveles anteriores a la revolución industrial.