El optimismo de los magnates tecnológicos frente a Trump se disipa ante el crecimiento de la inflación y la amenaza de recesión

La ceremonia inaugural de Donald Trump, celebrada el 17 de enero, fue un escenario destacado no solo por la llegada del nuevo presidente, sino también por la presencia de algunos de los magnates más influyentes del sector tecnológico y empresarial.

Entre los invitados figuraron Elon Musk (Tesla), Jeff Bezos (Amazon), Mark Zuckerberg (Meta), Sergey Brin (Google) y Bernard Arnault (Louis Vuitton), figuras cuyas compañías representan algunas de las mayores potencias del mundo digital y financiero.

Este grupo de multimillonarios, que en el pasado había expresado críticas hacia Trump, parecía estar acercándose al nuevo presidente a medida que se avecinaba su victoria. La promesa de una administración de Trump favorable a la desregulación, especialmente en el ámbito de las tecnológicas, había generado un sentimiento de optimismo en Wall Street.

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En ese entonces, el mercado estaba en pleno ‘rally’ alcista, confiando en que las políticas de la nueva administración beneficiarían a las grandes corporaciones tecnológicas, que se veían favorecidas por el menor control gubernamental.

Sin embargo, casi dos meses después de la toma de posesión, el panorama se ha oscurecido. La amenaza arancelaria impuesta por la administración Trump, sumada a la inflación, que se proyectaba como un posible efecto secundario del nuevo curso económico, comienza a elevarse, lo que pone en alerta a las grandes empresas tecnológicas.

El temor a una recesión también se ha incrementado, lo que ha hecho que las perspectivas de crecimiento para muchas de estas empresas se vean amenazadas. A pesar de que figuras como Musk, Bezos y Zuckerberg habían sido optimistas sobre las políticas de Trump, este nuevo clima económico pone en duda su apoyo al presidente, al menos en el corto plazo.

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Elon Musk (Tesla)

Tesla, al depender de una cadena de suministro global, se vio afectada por los aranceles impuestos por Trump, especialmente los que recayeron sobre productos tecnológicos importados de China.

Esto aumentó los costos de producción de Tesla, afectando los márgenes de ganancia de la compañía. Además, la volatilidad de los mercados bursátiles, que estuvo influenciada por las políticas de Trump y la creciente incertidumbre económica, impactó negativamente el valor de las acciones de Tesla, afectando el patrimonio personal de Musk.

Jeff Bezos (Amazon)

Amazon es una de las plataformas de comercio electrónico más grandes del mundo, también se vio impactada por las políticas arancelarias. Los aranceles impuestos sobre productos importados aumentaron los costos de los bienes vendidos en su plataforma.

Además, las preocupaciones por el aumento de impuestos a las grandes corporaciones y las tensiones comerciales afectaron las perspectivas a corto y mediano plazo de la compañía. La caída de las acciones de Amazon, influenciada por la recesión económica y la inflación, también perjudicó la fortuna personal de Bezos.

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Mark Zuckerberg (Meta)

Aunque Zuckerberg era optimista sobre la administración Trump, las amenazas regulatorias sobre la privacidad de los datos y las crecientes investigaciones antimonopolio contra las grandes tecnológicas afectaron a Meta.

Las tensiones económicas derivadas de las políticas de Trump también repercutieron en el valor de las acciones de la compañía, ya que la recesión y el aumento de la inflación redujeron el gasto en publicidad digital, una fuente clave de ingresos para Meta.

Sergey Brin (Google)

Google, como muchas otras grandes tecnológicas, experimentó un aumento en la presión regulatoria bajo la administración Trump, que eventualmente condujo a investigaciones más profundas sobre sus prácticas comerciales, según New York Times. Además, la guerra comercial y los aranceles impusieron nuevos costos operativos a la empresa.

La incertidumbre económica global y las tensiones comerciales redujeron la demanda de publicidad digital, afectando los ingresos de Google y la valoración de su mercado, lo que impactó también la riqueza de Brin.

Bernard Arnault (Louis Vuitton)

Aunque Arnault y su empresa Louis Vuitton no se vieron tan afectados directamente por las políticas arancelarias en comparación con las empresas tecnológicas, las tensiones económicas globales y el aumento de la inflación impactaron la demanda de productos de lujo, especialmente en mercados clave como China y Estados Unidos.

La disminución del poder adquisitivo de los consumidores de alto nivel, sumada a la incertidumbre sobre una posible recesión, afectó la valoración de LVMH en los mercados bursátiles, lo que también redujo la fortuna personal de Arnault.

​​Donald Trump (Trump Media & Technology Group)

Donald Trump también tuvo pérdidas, su patrimonio se redujo en USD 300 millones en los últimos cinco meses, debido al desplome de las acciones de su empresa Trump Media & Technology Group (TMTG), propietaria de la red social Truth Social. Según Forbes, su fortuna ha caído de USD 7 000 millones en enero a USD 4 600 millones en marzo de 2025.

TMTG, que debutó en bolsa en marzo de 2024, experimentó un repunte inicial, pero luego sufrió una fuerte volatilidad. Trump posee alrededor de 115 millones en acciones de la compañía, cuya caída ha impactado directamente su riqueza.

A medida que la incertidumbre económica persiste, la pregunta es si los empresarios más influyentes del mundo se mantendrán alineados con las políticas de Trump o si comenzarán a distanciarse a medida que las condiciones del mercado cambian. Hasta el momento, los magnates de la tecnología han perdido alrededor de USD 203 000 millones desde la investidura de Trump, según el diario ABC.