La Asamblea inició un procedimiento para acusar a Maduro de "abandono del cargo".
La oposición venezolana redobló su ofensiva contra el gobierno el anunciar una huelga general y una marcha al Palacio de Miraflores, tras multitudinarias manifestaciones contra la suspensión del proceso electoral para revocar al mandatario Nicolás Maduro, a quien declararán en "abandono de funciones".
"El 3 de noviembre (...) le vamos a notificar a Nicolás Maduro que fue declarado por el pueblo venezolano en abandono del cargo. Lo vamos a hacer en manifestación pacífica que va a llegar hasta el palacio de Miraflores", aseguró desde la tribuna el presidente de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, Henry Ramos Allup.
La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) también llamó a una huelga general de 12 horas el próximo viernes.
La Asamblea Nacional resolvió esta semana iniciar un procedimiento para acusar a Maduro de "abandono del cargo", una figura contemplada en la Constitución cuando el presidente deja de ejercer sus atribuciones y citó al mandatario a una sesión el próximo martes.
Maduro instaló este miércoles el Consejo de Defensa de la Nación para evaluar el "golpe parlamentario" en el país.
Luego, se dirigió a miles de sus seguidores que se concentraron a las afueras del presidencial palacio de Miraflores para apoyarlo.
"La Asamblea Nacional lamentablemente ha tomado el camino del desacato a la Constitución", dijo Maduro ante los manifestantes, al criticar la ausencia de Ramos Allup en la reunión del Consejo de Defensa.
"Pasamos a otra etapa"
"Nos han robado el derecho a votar y yo lo he dicho: si nos roban el derecho a votar pasamos a otra etapa en Venezuela", aseguró el líder opositor Henrique Capriles durante la marcha.
Vestidos en su mayoría con camisetas blancas y gorras con la bandera de Venezuela, los manifestantes arrancaron de siete puntos de Caracas y convergieron en la autopista Francisco Fajardo (este), copada por la multitud.
Klenia Campos, ingeniera informática de 41 años, cree que la marcha "es una medida de presión para que (Maduro) entienda que se tiene que ir. Tanta pasividad no va más, tenemos que hacer más presión".
"El pueblo salió pacíficamente, estamos en la calle y creo que nos vamos a quedar hasta que haya una respuesta de este gobierno que no respeta la Constitución y le tiene terror al revocatorio", dijo Víctor Jiménez, publicista de 63 años.
La denominada "Toma de Venezuela" ocurre en el que debía ser el primero de tres días para la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral), último paso antes del llamado a referendo.
Al cumplir ese requisito, la oposición quería evidenciar el mayoritario rechazo al gobierno de Maduro, al que seis de cada diez venezolanos está dispuesto a revocar, según la encuestadora Datanálisis.
Pero el proceso fue suspendido la semana pasada por tribunales penales regionales, que acogieron denuncias de fraude del oficialismo en una primera etapa de recolección de firmas.
"La fuerza de la oposición son los votos de la gente", dijo a la AFP el politólogo Luis Salamanca, quien considera que la suspensión del proceso revocatorio "ha colocado el conflicto político en un punto crítico".
En diciembre de 2015, la oposición venció ampliamente en las elecciones legislativas y por primera vez en 17 años de chavismo logró la mayoría parlamentaria.
"El capital político lo tiene la MUD, pero el gobierno tiene el poder. Para que la oposición acceda al resto de los poderes debe haber elecciones", comentó Salamanca.
Diálogo
Gobierno y oposición, que se acusan mutuamente de "golpismo", exploran al mismo tiempo la posibilidad de un diálogo con facilitación del Vaticano, en medio de una aguda crisis económica que se traduce en escasez de alimentos y medicinas y una inflación calculada por el FMI en 475% para este año.
El gobierno culpa de la crisis económica a "empresarios de derecha" que buscan desestabilizarlo, pero la oposición responsabiliza al modelo socialista y sostiene que el revocatorio era la "válvula de escape" de una población hastiada de hacer largas filas para conseguir los pocos productos a precios subsidiados.
Planteado para el domingo en Isla Margarita (norte), el inicio del diálogo fue desmentido en un primer momento por los más importantes dirigentes opositores, pero luego señalaron estar dispuestos a acudir a la mesa si las conversaciones se llevan a cabo en Caracas.
"Tenemos la posibilidad de tener un referí con alcance planetario, como es el Vaticano. Hemos planteado que el encuentro sea en Caracas, tendremos que ponernos de acuerdo", afirmó Torrealba.
Pero Maduro insistió este miércoles en que "está convocada la mesa de diálogo nacional y yo voy a asistir porque yo quiero el diálogo por la paz del país".
Salamanca sostiene que en Venezuela "la cuerda se ha tensado, con riesgo de romperse. Es vital evitar que la confrontación escale a una confrontación con sangre. Si para algo puede servir el diálogo es para evitar eso".
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