Crisis política en Paraguay
Asunción, 6 mar (EFE).- Los principales partidos de la oposición acordaron este sábado que la salida a la crisis política de Paraguay, tras lo violentos incidentes de la víspera en Asunción, pasan por el abandono del poder del presidente del país, Mario Abdo Benítez, y del vicepresidente, Hugo Velázquez, y por nuevas elecciones.
Los líderes de esas formaciones dieron a conocer ese planteamiento tras repudiar la actuación de la Policía del viernes frente al Congreso, cuando se dispersó con balines de goma, gases y camiones hidratantes un concentración de varios centenares de personas que denunciaban la falta de insumos y medicinas en los hospitales y la gestión del Gobierno ante la pandemia.
Carlos Filizzola, presidente del Frente Guasu, la mayor concertación de izquierda, dijo que a las formaciones reunidas hoy, y agrupadas en la Mesa de Presidentes de la Oposición, les es invariable que la salida de Abdo Benítez y de Velázquez, ambos del conservador Partido Colorado, se produzca por un juicio parlamentario o por su propia renuncia ante la presión ciudadana.
"Tienen que irse por la vía del juicio político, por la vía de la renuncia o por la vía de las movilizaciones y la presión ciudadana", dijo Filizzola a los periodistas.
Añadió que esa posibilidad significa que el presidente del Congreso, el oficialista Oscar Salomón, estaría obligado a convocar elecciones en el plazo de 90 días, lo que calificó como "una salida constitucional ante "un Gobierno inepto, corrupto, que no ha dado muestras de solucionar los graves problemas que tiene nuestro país".
En la misma línea se expresó Efraín Alegre, presidente del Partido Liberal, el mayor de la oposición: "Se tiene que ir el presidente, se tiene que ir el vicepresidente, estamos aquí para compartir un plan de trabajo.Que el pueblo tiene que señalar la decisión de quienes vendrán, de quienes tendrán la tarea de reconstruir la patria".
CAMBIO DE MODELO
Alegre también se refirió a la crisis sanitaria que fue el detonante de la protesta ciudadana del viernes, que finalizó con una veintena de heridos, entre policías y manifestantes.
Y aludió al hecho de que el Ejecutivo aprobó hace un año un préstamo de 1.600 millones de dólares para enfrentar a la pandemia, con ayudas sociales, subsidios o compras de insumos y materiales sanitarios.
"Una crisis sanitaria que no se ha previsto, a pesar de que se le ha dado todos los recursos necesarios al Gobierno para tener medicamentos, para tener insumos, para tener vacunas. No tenemos ni medicamentos, ni tenemos insumos ni tenemos vacunas", dijo Alegre en la rueda de prensa.
Y apuntó que se trata de demostraciones del colapso del modelo implantado por el Partido Colorado, la formación que salvo contados periodos domina la escena política del país sudamericano.
"Un modelo que ha colapsado, un modelo que ha privilegiado a unos pocos y excluido a la gran mayoría de los paraguayos. Un modelo que ha robado a todos los paraguayos", dijo Alegre en relación a los escándalos de corrupción política bajo el oficialismo.
La postura sigue a las anunciadas la víspera por la oposición de comenzar la próxima semana conversaciones en el Congreso para impulsar un juicio político a Abdo Benítez.
SILENCIO DE ABDO BENITEZ
El mandatario pasó la jornada recibiendo a miembros de su gabinete y del oficialismo y se espera que en la tarde emita una declaración a la ciudadanía.
El Gobierno anunció esta mañana que el presidente ha pedido a los ministros que pongan sus cargos a disposición, por lo que se esperan cambios en el gabinete.
Abdo Benítez ya realizó un cambio importante la mañana del viernes con la renuncia pactada del ministro de Salud, Julio Mazzoleni, que era el objeto de las críticas por la escasez de medicamentos en los centros públicos.
Sin embargo, esa renuncia no impidió la convocatoria de esa tarde de ciudadanos autoconvocados para denunciar esa situación, así como los casos de corrupción que salpican al Gobierno.
La violencia estalló unas tres horas después del comienzo de la concentración de centenares de ciudadanos que habían respondido a una autoconvocatoría pacífica a través de las redes.
Paraguay registra unos 3.200 fallecidos y más de 160.00 casos de coronavirus y un aumento sostenido en las últimas semanas que ha colapsado la precaria red sanitaria pública.
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