Tras la muerte del líder de Hamás, Netanyahu intensifica la guerra total en Gaza

Cuatro días después de que Israel confirmara la muerte de Yahia Sinwar, líder de Hamás, el bombardeo más reciente dejó hasta 87 muertos y desaparecidos en Gaza, según fuentes de Hamás. Este ataque generó una fuerte condena del enviado de la ONU, Tor Wennesland, quien describió las escenas como "horribles".

Tras la muerte de Sinwar, muchos esperaban un alto al fuego. Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, continúa la ofensiva, que provocó más de 42 500 muertes en el último año, mayormente entre mujeres y niños.

El sábado 19 de octubre, en Cesarea, Israel, un dron proveniente del Líbano se estrelló cerca de la vivienda de Netanyahu. La misión de Irán ante las Naciones Unidas atribuyó el ataque al grupo terrorista libanés Hezbollah.

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El ataque en Beit Lahia ocurrió en la noche del sábado y se inscribe en una ofensiva que lleva casi tres semanas. Fuentes locales estiman que más de 500 gazatíes han muerto desde octubre. Las Brigadas Ezedín al Qassam publicaron imágenes de enfrentamientos con las fuerzas israelíes.

Israel reconoce su responsabilidad en el bombardeo, pero cuestiona las cifras de víctimas. Wennesland advirtió sobre el aumento de operaciones militares y la crisis humanitaria, con 400 000 personas en el norte de Gaza sin acceso a servicios básicos.

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La presión sobre el gobierno israelí crece, especialmente entre las familias de 101 rehenes en Gaza, que exigen un alto el fuego. Israel ha comenzado a lanzar ayuda humanitaria desde el aire, pero la ONU destaca la necesidad de abrir rutas terrestres. La situación en los hospitales es crítica, con 350 pacientes atrapados, lo que llevó a Médicos Sin Fronteras a exigir el cese de los ataques.