28 jun 2013 , 08:24

“Monseñor 500”, el prelado detrás del último escándalo del banco del Vaticano

   
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El monseñor que trabajaba como contador en el Vaticano fue arrestado en Roma por lavado.

Lo llamaban "Monseñor 500" -según el diario italiano La Repubblica- porque supuestamente poseía una enorme cantidad de billetes de 500 euros.

 

Y el prelado presuntamente les pedía a sus amigos empresarios que le cambiaran bloques de 10 y 20 billetes de 500 euros por cheques de 5.000 y 10.000 euros, y ellos se encargaban de circular el dinero.

 

Pero este viernes el monseñor nuncio Scarano, que trabajaba como contador en el Vaticano, fue arrestado en Roma y acusado de lavado de dinero y malversación de fondos.

 

Junto con él fueron detenidos un agente del servicio secreto italiano y un corredor de bolsa, Giovanni Carenzio, en relación con el mismo caso.

 

Según La Repubblica el monseñor intentaba supuestamente introducir desde Suiza a Italia 20 millones de euros (más de US$26 millones) en efectivo en un avión privado.

 

Otro golpe

El arresto de Scarano es un golpe más para el atribulado banco del Vaticano, el llamado oficialmente Instituto para las Obras de Religión (IOR).

 

Hace sólo dos días, el papa Francisco anuncio la creación de una comisión para analizar las actividades del organismo.

 

El director del banco fue reemplazado por el anterior Papa, Benedicto XVI, sólo un día antes de que éste renunciara al pontificado.

 

Ahora, con las nuevas acusaciones sobre lavado de dinero y malversación por uno de sus empleados, el pontífice sin duda estará más dispuesto a investigar al hermético banco, que tiene 114 trabajadores y activos valorados en US$7.000 millones.

 

Tal como informa el corresponsal de la BBC en Roma, David Willey, Scarano estaba en la mira de la policía italiana en relación con la investigación que le valió el nombre de "Monseñor 500".

 

Supuestamente había tomado US$700.000 en billetes de 500 euros de una cuenta del banco del Vaticano y había entregado fajos de 10.000 euros a sus amigos para que estos le cambiaran el efectivo por cheques, que eran descritos como "donaciones para la iglesia".

 

El monseñor nuncio Scarano, de 61 años, había sido el contador en jefe de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) y en las últimas dos semanas estaba siendo investigado también por el fiscal de Salerno.

 

"Como ya se ha sabido en los días pasados, monseñor nuncio Scarano fue suspendido de sus deberes en APSA hace más de un mes, tan pronto como sus superiores fueron informados de que estaba siendo investigado", afirma la Radio Vaticana en una declaración.

 

"Esto es de acuerdo con las Regulaciones de la Curia Romana, que requiere la suspensión precautoria de personas contra las cuales han comenzado procesos criminales".

 

Cooperación

La pregunta que muchos se plantean ahora es si el Vaticano estará dispuesto a cooperar en la investigación.

 

Tal como afirma el corresponsal de la BBC David Willey, "tradicionalmente el banco del Vaticano se ha rehusado a cooperar con las autoridades italianas que investigan delitos financieros usando como argumento la independencia soberana del Estado de la ciudad del Vaticano".

 

"Pero el papa Francisco ha mostrado ahora que está determinado a llegar al fondo de las acusaciones de larga data sobre corrupción y lavado de dinero en el banco del Vaticano", agrega el periodista.

 

Esta es el última de una serie de escándalos que han perseguido históricamente al Instituto para las Obras de la Religión.

 

Este organismo fue uno de los principales accionistas del Banco Ambrosiano, una enorme entidad italiana que quebró en 1982 y dejó pérdidas de más de US$3.000 millones.

 

Su presidente, Roberto Calvi, fue encontrado colgado del puente de Blackfriars en Londres, en lo que se sospecha que fue un asesinato disfrazado de suicidio.

 

Según la investigación, Calvi era un asociado cercano del Vaticano.

 

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