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ALEMANIA.- Las autoridades también abordaron la inmigración irregular en aguas del Mediterráneo. Fotos: EFE.
Las autoridades también abordaron la inmigración irregular en aguas del Mediterráneo.
Los ministros de Interior del G6 -los seis países más poblados de la UE- prosiguen su reunión en Moritzburg (este de Alemania), centrados en la lucha contra el yihadismo y el ciberespionaje y con la incorporación de representantes de EEUU en las sesiones.
Tras la jornada de ayer, volcada en la búsqueda de soluciones al drama humano de la inmigración irregular en aguas del Mediterráneo, los ministros de Alemania, Francia, el Reino Unido, España, Polonia e Italia continúan con sus contactos, ahora con la nueva fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, y el responsable del Departamento de Seguridad Nacional, Jeh Johnson.
Sobre la mesa quedaron ayer las enmiendas presentadas por Francia y Alemania a la propuesta de la Comisión Europea (CE) para un reparto por cuotas de los peticionarios de asilo llegados a Italia y Grecia en los últimos meses.
Por parte de la CE asiste a la reunión del G6 su comisario de Migraciones y Asuntos de Interior, Dimitris Avramopoules, ante el que presentaron esas enmiendas los titulares de Interior, de cara a las negociaciones que mantendrán, el 16 de junio, en Luxemburgo sus colegas de Exteriores y, ya el 25, los líderes de la UE.
A Alemania, Francia y España les correspondería acoger, según esa propuesta, aproximadamente a la mitad del total de 40.000 refugiados que la CE quiere redistribuir, cuestión que los tres países rechazan, con distintos argumentos.
Lea además: Comisión Europea pide a Estados miembros que reciban a 40.000 refugiados
El eje franco-alemán insiste en implicar en mayor medida al resto de los miembros comunitarios y en los términos "voluntariedad" y "solidaridad", mientras que España rechaza la implantación de cuotas y exige que se tenga en cuenta el esfuerzo ya realizado por los países que son frontera exterior de la UE.
La jornada de está más volcada en cuestiones como la lucha contra el yihadismo y el ciberespionaje, debido a la presencia de los interlocutores estadounidenses en el castillo Moritzburg.
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