Colombia refuerza atención médica para migrantes con una inversión de USD 78 millones

El Gobierno de Colombia anunció una inversión de 326.926 millones de pesos (aproximadamente USD 78,4 millones) para reforzar la atención médica de migrantes en hospitales públicos y clínicas privadas.

Guillermo Alfonso Jaramillo, ministro de Salud, explicó que los fondos estarán dirigidos principalmente a las regiones fronterizas con Venezuela, donde se concentra la mayor parte de los migrantes que requieren atención médica.

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Con esta medida, 659 Empresas Sociales del Estado (ESE) y diversas Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) recibirán los recursos necesarios para hacer frente a las deudas generadas por la atención de migrantes no asegurados. Esta cifra alcanza a más de 800 000 personas, además de beneficiar a los 1,5 millones de migrantes que ya cuentan con algún tipo de seguro médico.

El dinero se distribuirá en 24 de los 32 departamentos del país, con el fin de aliviar la carga financiera que los centros médicos han enfrentado debido a la creciente demanda de servicios de urgencias.

Jaramillo subrayó que “todos los migrantes tienen derecho a ser atendidos en urgencias, independientemente de su estado de aseguramiento”.

El Hospital San José de Maicao, ubicado en el departamento de La Guajira, uno de los más afectados por la crisis migratoria, será uno de los principales beneficiarios de la iniciativa. Recibirá 32 220 millones de pesos (unos USD 7,7 millones) para atender a 36 000 personas, incluyendo a las comunidades indígenas wayuú, que padecen graves problemas de desnutrición infantil.

En su intervención, Jaramillo también destacó la situación crítica en las localidades cercanas al tapón del Darién, en la frontera con Panamá.

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Estas zonas, que experimentan un flujo constante de migrantes, requieren estrategias adicionales de vigilancia epidemiológica, especialmente en las comunidades indígenas, que se ven afectadas de manera desproporcionada por las condiciones sanitarias de la región.

La inversión busca mejorar la capacidad de respuesta del sistema de salud colombiano frente a la crisis migratoria, asegurando que las instituciones reciban el apoyo necesario para cumplir con su labor.