La hermana Norma Pimentel se ha convertido en el rostro de la solidaridad para los indocumentados
Las organizaciones religiosas son clave para aliviar la situación humanitaria de quienes solicitan refugio en Estados Unidos.
En el centro Caridades Católicas, ubicado en la ciudad de Mcallen, en Texas, cada día llegan 130 migrantes irregulares, entre niños, mujeres y familias enteras, que solicitan refugio en Estados Unidos, tras cruzar la frontera con México.
Su directora, la hermana Norma Pimentel recibe a Televistazo. Ella ha sido catalogada como el rostro de la solidaridad para los indocumentados.
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“Lo primero es ver cómo están, y si necesitan comer. Luego les permitimos hablar con sus familiares para que comiencen a hacer sus preparativos para viajar y puedan ellos comprarle su boleto de autobús o de avión. También descansan, comen. Pueden ver a un doctor”, explica Norma Pimentel.
Este refugio se mantiene con donaciones de familias, voluntarios y fondos federales. Según la hermana Norma su misión con los migrantes comenzó hace cuatro décadas, desde entonces ha visto la crisis humanitaria entre México y Estados Unidos.
“El temor más grande que las familias comparten con nosotros es el miedo que tienen cruzando por México, por la inseguridad, la violencia, el secuestro y muchos llegan golpeados y lastimados por eso”, menciona Norma Pimentel.
Su labor ha sido reconocida por el papa Francisco y la revista Time, que en 2020 la escogió como una de las 100 personas más influyentes del mundo.
En el valle del Río Grande en Estados Unidos, que limita con México, la solidaridad de organizaciones religiosas es clave para aliviar la situación humanitaria de esta población. Así se intenta dar un alivio a la población migrante.
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¿Quién es Norma Pimentel?
Durante cuarenta años, Norma Pimentel, conocida también como el ángel de los migrantes, ha sido una persona clave en el apoyo los indocumentados, pero ¿cuál es el origen de esta mujer de 71 años?
Pimentel es una monja méxico-americana perteneciente a los Misioneros de Jesús, que se ha dedicado desde 1980 a brindar refugio y apoyo a quienes cruzan la frontera de Estados Unidos.
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Nacida en Brownsville, Texas, de padres inmigrantes mexicanos, Pimentel creció entre dos mundos y comenzó su labor supervisando un refugio en Casa Oscar Romero, un albergue en ciudad Juarez, México.
También ha sido una voz crítica contra políticas como antimigrantes, sobre todo durante la administración de Donald Trump, que provocó la separación de cientos de familias.
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Su trabajo humanitario fue reconocido por el Papa Francisco, quien en un mensaje grabado expresó su agradecimiento y bendiciones por su labor en Texas.
En su juventud, cuando estaba comprometida con su novio, tomó la difícil decisión de dejarlo plantado en el altar para seguir su llamado religioso y ayudar a los necesitados. Este acto de renuncia personal es solo uno de los muchos ejemplos de su compromiso inquebrantable con su vocación y su servicio a los demás.
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