Un menor de edad fue apuñalado en Shenzhen, en el sur de China

Este miércoles, un niño japonés de diez años fue apuñalado mientras caminaba hacia su escuela en Shenzhen, al sur de China. La policía local informó que el ataque ocurrió a pocos metros de la institución educativa, donde el presunto agresor, un hombre de 44 años identificado como Zhong, fue arrestado en el lugar.

Tras el ataque, el menor, identificado por su apellido Shin, fue trasladado inmediatamente a un hospital cercano, donde fue sometido a una intervención quirúrgica y se encuentra en condición estable, según confirmó el gobierno japonés.

Lea: Cinco tácticas de desinformación que Rusia utiliza para tratar de influir en las elecciones en EE.UU.

Las autoridades chinas declararon que se están llevando a cabo investigaciones para esclarecer los motivos del ataque. El consulado japonés en Cantón ha estado en constante comunicación con las autoridades locales y con la familia del menor para brindarles el apoyo necesario.

El viceportavoz del gobierno japonés, Hiroshi Moriya comentó que aún se está recopilando información sobre el incidente y que el menor está recibiendo toda la atención médica necesaria.

El ataque ocurrió en una fecha simbólica para las relaciones entre China y Japón, coincidiendo con el aniversario del ‘Incidente de Mukden’, que en 1931 marcó el inicio de la invasión japonesa en China.

Este incidente trae a la memoria otro ataque en junio en la ciudad de Suzhou, donde una madre japonesa y su hijo resultaron heridos en un ataque similar mientras esperaban un autobús escolar.

Lea: "Soy un violador": Dominique Pélicot, el hombre acusado de drogar a su esposa durante años para que la violaran, admite los cargos en su contra

En ese evento, una mujer china perdió la vida intentando proteger a las víctimas. La embajada de Japón en China expresó en su momento su “profunda tristeza” y elogió el acto heroico de la ciudadana.

Mientras el agresor permanece bajo custodia y se investigan sus motivos, China reiteró su compromiso de garantizar la seguridad de todos los extranjeros en el país, incluyendo a la comunidad japonesa residente.