Los migrantes caminaron por una carretera en dirección noroeste
Más de 2.000 migrantes, en su mayoría centroamericanos, emprendieron el sábado una marcha desde la ciudad de Tapachula, en el sur de México, donde prácticamente se encontraban varados.
Los migrantes caminaron por una carretera en dirección noroeste, hacia la frontera con Estados Unidos, y lograron pasar a empujones una barrera de policías estatales que intentaron detenerlos.
Hubo escaramuzas menores, un niño chico sufrió una lesión leve en la cabeza y los migrantes continuaron su camino.
El contingente sólo avanzó unos kilómetros (millas) hasta la localidad de Álvaro Obregón, donde se detuvieron para pasar el resto de la noche en un campo de béisbol.
José Antonio, un migrante hondureño que no dio sus apellidos por temor a que pudiera verse afectado en su caso, dijo que estuvo esperando dos meses en Tapachula la respuesta a su petición para algún tipo de visa.
“Me dijeron que tenía que esperar porque estaban cerradas las citas”, dijo el obrero de la construcción. No hay trabajo (en Tapachula) y entonces forzadamente me vine con este grupo”.
Señaló que espera llegar a la ciudad de Monterrey para encontrar trabajo y agregó “vamos al día, hasta donde tope”.
Policías, agentes de inmigración y elementos de la Guardia Nacional han disuelto grupos similares durante caravanas previas este año.
Decenas de miles de migrantes de Honduras, El Salvador y Haití han estado esperando en la ciudad sureña de Tapachula documentos para refugiados o asilo que les permitan viajar, pero se han cansado de las demoras en el proceso.
A diferencia de marchas previas, la que salió el sábado de Tapachula no incluía demasiados migrantes haitianos, miles de los cuales llegaron en septiembre hasta del Río, Texas, en la frontera de Estados Unidos.
En agosto, efectivos de la Guardia Nacional con equipo antidisturbios impidieron el avance de cientos de haitianos, cubanos y centroamericanos que emprendieron su marcha por una carretera en Tapachula.
México exige a los migrantes que soliciten visas humanitarias o asilo para que permanezcan en el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala, a fin de que sus casos sean procesados.
En enero, una caravana más numerosa de migrantes intento partir de Honduras, pero se le impidió cruzar a Guatemala.
Las marchas recuerdan a las caravanas que transitaron por México en 2018 y 2019, aunque para nada son igual de multitudinarias.
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