Johnson está en la unidad de cuidados intensivos del Hospital St Thomas de Londres.
El primer ministro Boris Johnson, que lleva cuatro días hospitalizado con COVID-19, "continúa dando pasos positivos" hacia la recuperación, afirmó el jueves 9 de abril de 2020 su gobierno, al tiempo que pedía a los británicos seguir respetando el confinamiento que debe revisar la próxima semana.
Único líder de una gran potencia enfermo debido al coronavirus, Johnson, de 55 años, está desde el lunes en la unidad de cuidados intensivos del Hospital St Thomas de Londres, cerca de Westminster.
"Su estado de salud sigue mejorando", afirmó a mediodía el portavoz de Downing Street. "Continua dando pasos positivos", precisó después el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, que lo reemplaza interinamente a la cabeza del ejecutivo.
Raab acababa de presidir el comité gubernamental de respuesta a la crisis, conocido como COBRA, que comenzó a analizar los datos disponibles para determinar cuánto más debe durar el confinamiento.
Muy criticado por haber tomado medidas de distanciamiento social más tarde que sus principales vecinos europeos, Johnson cambió el rumbo de una estrategia inicial aparentemente destinada a lograr inmunidad colectiva y el 23 de marzo ordenó al país quedarse en casa.
Una "medida excepcional para circunstancias excepcionales", dijo en un solemne discurso televisado, prometiendo que sería revisada al cabo de tres semanas.
- "No lo arruinemos ahora" -
El plazo vence el lunes pero la decisión llegará más tarde: "al final de la próxima semana", anunció Raab.
El confinamiento en el Reino Unido es menos estricto que en otras naciones. Sus habitantes están autorizados a salir para ir a trabajar -en caso de que sea absolutamente necesario-, hacer la compra, ir al médico y hacer ejercicio físico, algo prohibido por ejemplo en España.
El ejercicio físico está teóricamente limitado a una vez por día pero a diferencia de Francia no requiere llevar consigo un justificativo escrito, no hay control efectivo de la policía y los parques están abarrotados de gente haciendo footing.
Con la llegada de las vacaciones de Pascua y el buen tiempo, las autoridades temen que proliferen viajes y picnics y empezaron a multiplicar los mensajes insistiendo en que la gente se "quede en casa".
"Lo siento mucho", dijo Raab, pidiendo a los británicos que en estas fechas señaladas se abstengan de visitar a la familia.
Convencido de que el esfuerzo dará resultados, precisó que "todavía no lo hemos conseguido". "Tras todos los sacrificios hechos por tanta gente, no lo arruinemos ahora", dijo. "Esto es un esfuerzo de equipo", subrayó.
- Johnson, "se sienta" y "conversa" -
Respecto de Johnson, el ministro de Cultura, Oliver Dowden, dijo en las ondas de la BBC que "las cosas van mejor", sumándose a los otros responsables gubernamentales que transmitieron en los últimos días mensajes tranquilizadores.
El Ejecutivo ha dicho y repetido que el primer ministro no necesitó respirador y conservaba el buen ánimo.
Ya "se ha sentado y conversó con el personal médico", afirmó Dowden, presentándolo como un progreso.
El líder conservador fue diagnosticado con COVID-19 el 27 de marzo e inmediatamente se puso en cuarentena en su apartamento de Downing Street. Pero diez días después, mientras otros enfermos notables como el príncipe Carlos -heredero al trono de 71 años- se habían recuperado, él seguía teniendo síntomas, entre ellos fiebre.
Sus médicos decidieron ingresarlo el domingo en St Thomas para realizarle unas pruebas, pero un día después su estado se agravó y tuvo que ser trasladado a cuidados intensivos.
Ha dejado instrucciones muy claras, afirma por su gobierno, del camino a seguir en la lucha contra la pandemia, que cada día gana terreno en el país.
El Reino Unido se está convirtiendo en el nuevo punto candente del coronavirus en Europa: tiene ya casi 8.000 muertos, con 881 nuevas víctimas registradas el jueves.
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