Líderes de Potosí ratifican paro indefinido y que solo dialogarán con Morales

La huelga indefinida en la región boliviana de Potosí (suroeste) que cumple más de quince días continuará sin cambios y los líderes de la protesta solo se reunirán con el presidente del país, Evo Morales, para buscar un solución al conflicto, informaron dirigentes regionales del movimiento.

 

Esas son las dos resoluciones principales tomadas por los dirigentes de Potosí en una asamblea convocada en esa ciudad por el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), que agrupa a organizaciones vecinales, sindicales y universitarias, entre otras.

 

Uno de los dirigentes de Comcipo, Emilio Elías, dijo a los medios que "se mantiene inalterable el paro indefinido" y que los dirigentes de las movilizaciones ratificaron que "el diálogo debe ser con el presidente Evo Morales y no así con los ministros".

 

"Nos hemos cansado de hacer conocer que los ministros solo nos han venido a engañar con la firma de resoluciones. No estamos peleando por un interés particular, estamos peleando por todo un departamento", dijo Elías a la radio Erbol.

 

 

Los dirigentes de Potosí insisten en hablar con Morales, quien el sábado dijo que "no hay nada qué dialogar" porque la mayoría de las demandas potosinas ya han sido atendidas o están en marcha.

 

Esa resolución es una respuesta a la insistente petición de las últimas horas de un equipo de ministros de convocar a Comcipo en La Paz a sentarse en una mesa de negociaciones en el Ministerio de Gobierno (Interior).

 

Horas antes de la reunión en Potosí, el ministro de Gobierno, Carlos Romero, acompañado por cuatro de sus colegas, declaró a los medios que la protesta es una "movilización política" porque, según dijo, Comcipo ha rechazado varias veces el diálogo.

 

Romero acusó en concreto al presidente de Comcipo, Jhonny Llally, de impedir que otros representantes cívicos de Potosí se acerquen al Gobierno para conversar sobre las peticiones.

 

No obstante, varios líderes regionales potosinos desconfían de las reuniones con los ministros porque, según dicen, hubo veces en que llegaron a acuerdos con esos niveles, pero no se cumplieron.

 

 

Con su huelga, los líderes potosinos exigen al Gobierno la construcción de una planta hidroeléctrica, tres hospitales, más carreteras, fábricas de vidrio y cemento, un aeropuerto internacional y acciones efectivas para preservar el Cerro Rico, deteriorado por la explotación minera, entre otras demandas.

 

La huelga es apoyada en La Paz con movilizaciones de diversos sectores que llegaron desde Potosí y en particular por centenares de mineros que arribaron en las últimas horas.

 

Más de un millar de manifestantes realizaron una marcha en el centro de La Paz, en los alrededores de la plaza Murillo, sede del Palacio de Gobierno y del Parlamento, que están resguardados por cordones de seguridad policial.

 

 

Los mineros detonaron dinamita en las calles provocando sobresaltos en La Paz, donde hoy se reanudaron las labores en las escuelas al finalizar las vacaciones de invierno.

 

Sobre la situación misma en Potosí, donde permanecen cerradas varias instituciones, entre ellos centros comerciales y bancarios, la Defensoría del Pueblo informó que visitará hogares, orfanatos, asilos y hospitales para verificar si hay una provisión suficiente de alimentos y medicamentos.

 

El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, expresó su "alarma" porque ha comenzado a sentirse el desabastecimiento de productos básicos debido al cierre de mercados y al bloqueo de carreteras, que impide la llegada de víveres y medicamentos.