La soberana de Reino Unido falleció este jueves 8 de septiembre del 2022 a los 96 años
La reina Isabel nació por cesárea, el 21 de abril de 1926, en la casa de su abuelo materno en Londres. Fue la primera hija del príncipe Alberto, duque de York y su esposa Isabel, duquesa de York. Su progenitor era el segundo hijo del rey Jorge V y de la reina María, y su mamá era la hija menor del aristócrata escocés Claude Bowes-Lyon, XIV conde de Strathmore y Kinghorne.
Sus padres escogieron los nombres de Isabel, en honor a su madre, Alexandra, por su bisabuela paterna y Mary, por su abuela, igual por parte de padre, aunque todos en casa le llamaban cariñosamente “Lilibet”.
¿A qué se debe ese apodo tan llamativo? No es un diminutivo de Elizabeth como Lizbeth o Lizzie, tal como mucha gente se lo imagina. Al contrario, se trata de un sobrenombre que se puso a sí misma cuando era una tierna niña.
En su infancia, cuando ella ni siquiera era heredera al trono, el cual iba a pasar al hermano mayor de su padre al convertirse en Eduardo VIII, le costaba pronunciar su nombre completo por lo que fue mutándolo hasta convertirlo en Lilibet.
Su hermana fue la princesa Margarita, nacida en 1930. Las educaron en casa bajo supervisión de su madre y Marion Crawford, su institutriz, llamada cariñosamente como ‘Crawfie’. Se formaron recibiendo clases de historia, lenguaje, literatura y música.
Para consternación de la familia real, Crawford más tarde publicó un libro biográfico sobre los primeros años de Isabel y Margarita titulado The Little Princesses. En el texto describe el amor de la reina por los caballos y los perros. También su disciplina y su actitud de responsabilidad.
Winston Churchill, primer ministro británico entre 1940 y 1945, describió a Isabel cuando tenía dos años como “un personaje. Tiene un aire de autoridad y reflexión sorprendentes para un niño». Su prima Margaret Rhodes la describió como “una niña alegre, pero, fundamentalmente, sensible y de buen comportamiento”.
Lea otros temas relacionados:
Hijos y nietos de Isabel II viajan a Balmoral para acompañar a la reina
Cómo llegó a ser reina
Inicialmente no se esperaba que Isabel sea reina, pero su tío Eduardo, príncipe de Gales, abdicó después de la crisis constitucional causada por su propuesta de matrimonio a Wallis Simpson, una divorciada estadounidense.
Su padre asumió el reinado, pero falleció en 1952. Ella se convirtió en reina el 6 de enero de ese año. Los primeros meses los pasó en aislamiento hasta que, instalada en el Palacio de Buckingham, asumió las tareas correspondientes al trono.
Hasta eso, la soberana anunció que ella y sus herederos llevarían el apellido Windsor, que la familia real adoptó inicialmente durante la Primera Guerra Mundial.
La reina fue la sexta mujer en ascender el trono británico y es la monarca que más tiempo ha reinado en más de 200 años de linaje. En septiembre del 2015 rompió el récord impuesto por su tatarabuela, la reina Victoria, luego de 63 años y 216 días el trono. La reina Victoria estuvo en el trono desde 1837 hasta 1901.
Lea más:
Hechos más destacados del reinado de Isabel II
Jubileo de Platino: Reino Unido celebra por todo lo alto los 70 años del reinado de Isabel II
Hechos relevantes en 96 años
En sus 96 años de vida, la reina Isabel II ha visto varios eventos relevantes en la historia de la humanidad. Por ejemplo, la llegada del hombre a la luna, la Guerra Fría, la Segunda Guerra Mundial y todas sus implicaciones, la caída del Muro de Berlín, entre otros...
En los últimos años de la Guerra Mundial, ella se unió a la división femenina del Ejército de Su Majestad, el Servicio Territorial Auxiliar, en donde desempeñó en tareas de mecánica. Tras el conflicto armado y la transformación del Imperio Británico en una comunidad de naciones, su papá le encomendó misiones en el exterior.
Recomendadas