Italia penaliza el alquiler de vientre con una multa de 60000 a un millón de euros, además de tres meses, y hasta dos años de cárcel.
El órgano legislativo italiano consideró el alquiler de vientre como un delito universal, después de haber aprobado la Ley Varchi con el apoyo de 166 diputados, 109 votos en contra y 4 abstenciones. El nombre de la ley se da por la propuesta de la legisladora Carolina Varchi, quien declaró que la maternidad es única e insustituible, considerando también que un hijo no es comerciable y no se puede dar a cambio de una tarifa.
Varchi pertenece al partido Fratelli d'Italia, que es encabezado por la primera ministra Giorgia Meloni, quien fue apoyada por la agrupación política Forza Italia, conocida por ser liderada por el primer ministro más longevo en Italia, el fallecido Silvio Berlusconi.
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Después de la decisión tomada por la Cámara de Diputados, el Senado deberá decidir aceptar la ley para que entre en vigencia este septiembre, o rechazarla. A pesar de que la gestación subrogada es considerada delito desde el año 2004, ahora la ley es más severa, puesto que se expande a condenar a la gente que realice este proceso en países donde es legal la práctica.
El partido de Meloni es conocido por su posición en la derecha del espectro político y, por otro lado, los sectores de izquierda en el senado propusieron la llamada gestación subrogada solidaria, en la cual se realiza el proceso sin ninguna remuneración.
Uno de los varios funcionarios del Gobierno se declararon en contra del alquiler de vientre fue el presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara, Federico Mollicone, quien dijo el pasado mes de marzo que es un crimen más grave que la pederastia.
Las penas por realizar la gestación subrogada son de tres meses a dos años de prisión y una multa de 600000 a un millón de euros para cualquier persona que esté involucrada en el proceso.
Otra entidad que se opone a la práctica de reproducción asistida, es la Ciudad del Vaticano, donde se opina que dicha gestación convierte el deseo de los padres en un negocio. Además, en julio de 2020, la Santa Sede expresó su preocupación por el creciente tráfico de recién nacidos y de mujeres como vientres de alquiler.
Por otro lado, se teme que la ley afecte a las agrupaciones LGBTI, dado que el Estado italiano solicito que no se registren bebés nacidos de parejas homosexuales, ya sean estos concebidos por vientres en alquiler o de mujeres lesbianas que fueran inseminadas en el extranjero.
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