Intensos enfrentamientos entre Israel y Hezbolá dejan 250 combatientes muertos

El ejército israelí anunció este viernes que sus fuerzas han matado a 250 combatientes de Hezbolá desde el inicio de su incursión terrestre en el sur de Líbano, que comenzó el lunes. De acuerdo con un comunicado militar, entre las bajas figuran 21 comandantes del grupo islamista, lo que resalta el impacto de las operaciones contra la estructura de mando de la organización.

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Desde que el lunes se inició la ofensiva, las fuerzas israelíes han avanzado sobre áreas controladas por Hezbolá, una organización militar y política con gran influencia en Líbano. Según fuentes militares, la operación busca eliminar infraestructuras clave del grupo, incluyendo túneles y bases estratégicas.

Esta ofensiva ha escalado las tensiones en la frontera, dejando un saldo significativo de combatientes muertos y daños estructurales en el sur del país.

Mientras tanto, Beirut experimentó la peor noche de bombardeos desde que comenzaron los ataques israelíes. El objetivo principal de estos bombardeos, según informes, fue Hashem Safi al Din, considerado el sucesor probable de Hasan Nasrala, antiguo líder de Hezbolá, quien habría muerto en un ataque aéreo israelí el 27 de septiembre.

Las fuerzas israelíes bombardearon el centro histórico de la capital libanesa por segunda vez en un año, profundizando la crisis humanitaria en el país.

Ante esta situación, Naciones Unidas hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para recaudar USD 426 millones destinados a la asistencia humanitaria en Líbano. Miles de personas fueron desplazadas por los enfrentamientos, mientras la infraestructura del país se deteriora rápidamente.

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El conflicto también afectó al cruce fronterizo de Masnaa, que conecta Líbano con Siria. El paso quedó prácticamente destruido tras un ataque aéreo israelí el viernes por la mañana, cortando una de las principales rutas de escape para los libaneses que intentan huir de la violencia.

Por su parte, Hezbolá respondió lanzando una veintena de cohetes desde el sur de Líbano hacia el norte de Israel. Aunque la mayoría de los proyectiles fueron interceptados por las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF), los enfrentamientos entre ambas partes continúan aumentando la tensión en la región.