La introducción de un teléfono de precio bajo supondría un antes y un después para la compañía.
Apple presentará mañana su nuevas propuestas de teléfonos inteligentes que, de cumplirse los pronósticos, incluirán un dispositivo asequible con el que entrar de competir en los mercados emergentes, especialmente en China.
Los rumores ya le han dado hasta nombre: iPhone 5S, para el nuevo "smartphone" de gama alta, que podría incluir un lector de huella dactilar, y iPhone 5C para la propuesta más económica, que tendría acabados plásticos y se vendería en varios colores.
La introducción de un teléfono de precio bajo supondría un antes y un después para la compañía fundada por Steve Jobs, un viraje en su estrategia de negocio, hasta ahora orientada a la exclusividad y la innovación de la gama alta.
"Se están jugando lo que va a ser la compañía a medio plazo y dónde va a quedar posicionada: si Apple quiere ser un jugador líder en innovación, exclusivo, con una gama de productos de altísimo valor añadido, o por el contrario convertirse en un fabricante que tiene un teléfono para todo el mundo", ha explicado a Efe el director de análisis de la consultora IDC, Rafael Achaerandio.
Para el analista, ese movimiento hacia gamas medias y bajas sería "más defensivo que ofensivo".
Según datos de Gartner relativos al segundo trimestre del año, Apple ostenta un 14,7 % de la cuota mundial del mercado de teléfonos inteligentes (frente a un 18,8 % del mismo periodo del año anterior), mientras que su competidor directo, Samsung, con teléfonos de todas las gamas, es el líder con un 31,7 % del mercado.
Apple es consciente de que el negocio de los teléfonos inteligentes no deja de crecer: la venta de estos dispositivos creció entre abril y junio un 46,5 %, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según estimaciones de la consultora.
La penetración de "smartphones" en los países económicamente más avanzados es alta, pero los mercados emergentes suponen una gran oportunidad para los fabricantes.
Por ello, una versión de iPhone a precios competitivos, que a juicio del consultor de IDC ofrecerá menos capacidades y servicios que su "hermano mayor", supondría para Apple una apetitosa fuente de ingresos.
La rueda de prensa que Apple ofrecerá en Pekín, horas después del evento en Cupertino (California), refuerza las hipótesis de un terminal de bajo coste y de que la compañía estadounidense habría cerrado acuerdos con las principales operadoras del país asiático, principal mercado de "smartphones".
Pero lanzar terminales "para todos los públicos" y comenzar una guerra de precio con los rivales, especialmente con Samsung, no sólo supondría sacrificar márgenes, sino también perder esa imagen de marca que se ha cimentado en la sofisticación.
"El cliente de Apple busca algo diferente. Cuando los terminales estén tan masificados, va a perder un poquito del aura de diferenciación que ahora mismo tiene", ha sostenido Achaerandio.
Sin embargo, es una realidad que la empresa de la manzana pierde cuota de mercado y que sus acciones, que estuvieron el año pasado por encima de los 700 dólares (530 euros), cotizan por debajo de los 500 (380 euros).
El analista de IDC ha reconocido que las cosas en Cupertino no son "exactamente iguales" a cuando Jobs estaba al frente del negocio.
"En los últimos años muchos comentan que la curva de innovación y 'disrupción' no está siendo todo lo rápida que podría ser. De hecho, los últimos iPhones no introdujeron cambios revolucionarios", ha apuntado.
Los medios especializados descartan que Apple vaya a presentar mañana sus propuestas de reloj y televisión inteligentes, esperados desde hace tiempo.
Además de la presentación de sus nuevos terminales móviles, previsiblemente Apple publicará mañana la nueva versión de su sistema operativo móvil, el iOS 7, así como su servicio musical, iTunes Radio.
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