La organización se muestra preocupada por la invasión a la privacidad de usuarios y empresas.
Human Right Watch mostró hoy su decepción por la reforma del espionaje de EEUU anunciada por el presidente Barack Obama, al considerar que mantendrá "la invasión de la esfera privada" de forma masiva y a través no solo de sus servicios secretos sino también de compañías de telefonía e internet.
"En todo el discurso de Obama no hubo una sola palabra de reconocimiento a los derechos de la esfera privada", indicó el director ejecutivo de la ONG, Kenneth Roth, al presentar su informe anual y comentar la declaración del presidente estadounidense sobre la reforma de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA)
En la práctica, los métodos utilizados por la NSA implican "colocar una cámara de vídeo en el dormitorio de cada uno de nosotros", prosiguió Roth en la presentación de su anuario en Berlín, que aborda la situación de los derechos humanos en 90 países.
Obama planteó esa reforma como respuesta al escándalo provocado por el espionaje masivo a las comunicaciones no solo a millones de ciudadanos, sino también a líderes de países aliados -entre ellos, la canciller Angela Merkel-, pero su propuesta no implicará "cambios reales" en esas prácticas.
El "mensaje" del presidente de EEUU era un "seguiremos haciéndolo", resumió Roth, en relación al almacenamiento masivo de datos y comunicaciones de los ciudadanos, con el argumento de que "en algún momento" pueden ser utilizados "frente a la amenaza terrorista".
Tal seguimiento "masivo" ante un peligro "ambiguo" implica una "renuncia a los derechos privados", que se ejecuta utilizando, además, datos capturados de compañías telefónicas, internet o redes sociales.
Human Right Watch (HRW) presentó este año su informe anual de forma simultánea en varias ciudades de todo el mundo, aunque eligió para su conferencia global Berlín, cuyo gobierno quedó especialmente salpicado por el escándalo de las escuchas de la NSA reveladas por el exanalista de la NSA Edward Snowden.
Al día siguiente de su declaración en Washington sobre la reforma del espionaje, el propio Obama ofreció una entrevista en exclusiva a la televisión pública alemana ZDF donde prometió que, mientras él sea presidente, no volverá a espiarse a Merkel.
Berlín ha acogido con cautela las palabras de Obama, tanto en su declaración pública como en la entrevista televisiva, al tiempo que ha reiterado su preocupación por las prácticas del espionaje masivo de EEUU.
Fuentes gubernamentales insistieron ayer en que el problema no es solo que se haya "escuchado" el móvil de la canciller, sino que se respete la esfera privada del ciudadano común, por lo que se debe buscar un "equilibrio" entre la seguridad del Estado y el derecho a la privacidad.
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