El hombre asesinó a ambas en su domicilio.
Un hombre mató con un trozo de madera a su esposa que tenía seis meses de embarazo y a su hija de 4 años en el municipio de Matagalpa, en el norte de Nicaragua, informó este sábado 22 de agosto la Policía Nacional.
Los hechos ocurrieron el viernes cuando el hombre, identificado como Alex Castellón, golpeó con un trozo de madera a su esposa, Fátima del Carmen Martínez Ramírez, de 29 años, y a su hija, dentro de su casa, indicó en un informe el jefe policial de esa zona, Juan Manuel Chávez.
El hombre ocultó los cuerpos debajo de una cama, donde fueron encontrados ayer mismo por un familiar de la mujer, mientras huía de la escena del crimen.
El sospechoso fue capturado este sábado por la Policía Nacional, que lo presentó ante los medios de comunicación, junto con pruebas y evidencias.
Según el jefe policial, durante la entrevista, el hombre confesó que mató a las víctimas a golpes con un trozo de madera.
El médico forense Juroj Bartoz Blandón determinó que las causas de la muerte de las víctimas fueron hemorragia craneal como causa directa, fractura craneal como causa intermedia, y trauma craneoencefálico como causa básica.
El detenido y las evidencias del caso fueron puestas a la orden de las autoridades competentes.
La víctima deja en la orfandad a dos menores de edad, que a la hora del crimen se encontraban en casa de su abuela materna, y que no eran hijos del sospechoso.
Vecinos dijeron a medios locales que el presunto feminicida es adicto al alcohol y a las drogas.
La organización no gubernamental Católicas por el Derecho a Decidir rechazó que se mencionen esos vicios como presunta excusa.
"No son arrebatos, no es el alcohol, no son los celos, es el machismo y todo un sistema que acuerpa a los hombres agresores que se creen dueño de la vida de las mujeres", señaló esa ONG, que registra en lo que va de año 44 feminicidios y 55 intentos de femicidios.
Las organizaciones feministas en Nicaragua han criticado la presunta pasividad del Gobierno sobre la violencia machista, especialmente después de que se suprimieran las Comisarías de la Mujer, Niñez y Adolescencia, que estaban en las delegaciones policiales, así como por promover la mediación entre víctimas y agresores.
Tras las críticas, el Gobierno de Nicaragua ha comenzado a reabrir las Comisarías de la Mujer con el fin de prevenir las muertes violentas en este país centroamericano.
En 2019 al menos 59 mujeres fueron asesinadas por hombres, según los registros de organizaciones feministas, únicos a los que hay acceso. En 2018 y 2017 el total de víctimas fue 57.
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