La historia de un sacerdote condenado a muerte que hizo llorar al Papa Francisco en Albania
El presbítero relató que en diciembre de 1944 comenzó en Albania un régimen comunista ateo.
Francisco rindió homenaje a la resistencia de los católicos durante la dictadura marxista: la puerta estuvo "cerrada durante mucho tiempo por el candado de las prohibiciones de un sistema que negaba a Dios. ¿Cuántos cristianos no se rindieron a las amenazas y siguieron sin vacilar?", se preguntó. Un proceso de beatificación de 40 mártires católicos empezó en 2002.
Entre lágrimas, el Papa Francisco estrechó en un fuerte abrazo al sacerdote Ernest Simoni, de 84 años, uno de los últimos sobrevivientes de la terrible persecución comunista en Albania, quien fue encarcelado en condiciones inhumanas y se libró de una condena a muerte por su fidelidad a la Iglesia y al Sucesor de Pedro.
"El régimen ateo trataba de asfixiar la fe", dijo el papa que pidió a los jóvenes que digan "no a la idolatría del dinero, a la falsa libertad individualista, a las dependencias; y digan sí a la cultura del encuentro".
Albania, dijo, es "un país europeo" y "no un país musulmán" y la elección de su primer viaje en el continente europeo a este pequeño país "es una señal que he querido dar" a Europa, dijo el papa a la prensa en el avión que le llevaba de regreso a Roma.
Tirana es candidato desde el pasado julio a entrar a la Unión Europa (UE).
Antes de abandonar Albania, el papa visitó un centro social de huérfanos y discapacitados en Betania, a 20 km de Tirana.
"Este centro demuestra que es posible la convivencia pacífica y fraterna entre personas de distintas etnias y diversas confesiones religiosas. Aquí las diferencias no impiden la armonía, la alegría y la paz", dijo.
Tras la II Guerra Mundial, bajo la dictadura comunista de Enver Hoxha, se destruyeron 1.820 iglesias católicas y ortodoxas. Entre 1945 y 1985, 7 obispos, 111 sacerdotes, 10 seminaristas y 8 religiosos murieron cuando estaban detenidos o fueron ejecutados.
Actualmente, de los tres millones de albaneses, los musulmanes representan 56% de la población, 15% católicos y 11% ortodoxos. La iglesia católica es minoritaria pero dinámica.
El culto a la Madre Teresa de Calcuta, una albanesa de origen macedonio, y la llegada de muchos religiosos extranjeros han contribuido al renacimiento del catolicismo en Albania, adonde el cristianismo llegó en el siglo I.
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