Hamás acusa a Israel de "sabotear" negociación de tregua en Gaza, amenazada por la hambruna
Una operación militar israelí lanzada el lunes contra el hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, en el norte del territorio, incrementó entre tanto las tensiones.
El jefe de Hamás acusó el martes a Israel de haber lanzado una operación militar contra el mayor hospital de Gaza a fin de "boicotear" las negociaciones que buscan una tregua en el territorio palestino, acuciado por el hambre.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, que el miércoles emprenderá su sexta gira por Oriente Medio desde el estallido del conflicto en octubre, afirmó que toda la población de Gaza se encuentra "en una situación de inseguridad alimentaria grave".
La gira, que lo llevará a Arabia Saudita y Egipto, busca dar impulso a las negociaciones de tregua, que en los últimos días parecieron avanzar algo.
La semana pasada, Hamás presentó una nueva propuesta en la que aceptaba un alto el fuego de seis semanas en vez de una tregua definitiva como reclamaba hasta entonces.
El jefe de los servicios de inteligencia israelíes, David Barnea, viajó el lunes a Doha para reunirse con altos cargos egipcios y con el primer ministro catarí.
El jefe del Mosad partió el martes, pero las negociaciones continúan entre los equipos técnicos para examinar los detalles de un potencial acuerdo, dijo el portavoz del ministerio catarí de Relaciones Exteriores, Majed al Ansari.
"Esperamos que se presente una contrapropuesta a Hamás, pero esta no será la última etapa del proceso", declaró.
Boicotear las negociaciones, dice Hamás
Pero la operación militar israelí lanzada el lunes contra el hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, en el norte del territorio, incrementó entre tanto las tensiones.
El ejército aseguró que "eliminó" a más de 40 "terroristas" y detuvo a "más de 200 presuntos terroristas" dentro y en los alrededores del complejo, que servía de base a "altos cargos de Hamás", un movimiento islamista en el poder en Gaza desde 2007.
El Ministerio de Salud de Gaza informó de "decenas de mártires y heridos" en los alrededores del hospital, así como en dos barrios de la ciudad.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, afirmó que "el ataque deliberado contra policías y funcionarios gubernamentales en Gaza ilustra los esfuerzos [israelíes] de sembrar el caos y perpetuar la violencia" y "revela el empeño de los dirigentes de la ocupación [israelí] de sabotear las actuales negociaciones de Doha".
Desde el inicio de la guerra, los hospitales de Gaza han sido un blanco recurrente del ejército israelí, que acusa a Hamás de usar a civiles como escudos humanos.
El conflicto estalló el 7 de octubre con el ataque de Hamás contra el sur de Israel, que dejó 1 160 muertos, en su mayoría civiles, según un recuento de la la AFP en base a datos oficiales.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra Gaza, con el objetivo de "aniquilar" a Hamás, que hasta el momento dejó 31 819 muertos, en su gran mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del gobierno del movimiento islamista.
Los milicianos islamistas también secuestraron a unas 250 personas en su ataque de octubre. Un centenar de rehenes fueron liberados durante una tregua de una semana a fines de noviembre y se estima que unos 130 siguen cautivos en Gaza, 33 de los cuales habrían muerto.
Un posible canje de rehenes por presos palestinos en Israel es uno de los asuntos más espinosos de las negociaciones de tregua.
El hambre como método de guerra
Israel impuso un asedio total a la Franja de Gaza y controla el acceso de ayuda humanitaria, que entra en su gran mayoría desde Egipto a la ciudad de Rafah, en el extremo sur del enclave.
Esta pocas veces llega al norte del territorio, donde viven unas 300 000 personas que, según un informe de la ONU publicado el lunes, entrarán en la definición técnica de la hambruna como muy tarde en mayo si la situación no cambia.
En ese mismo informe, las agencias de la ONU advirtieron que la mitad de la población de Gaza se encuentra en una situación alimentaria "catastrófica".
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volter Turk, advirtió que las restricciones a la entrada de ayuda en Gaza "pueden equivaler a usar el hambre como método de guerra, lo que constituye un crimen de guerra".
La situación puede empeorar si Israel lanza finalmente una operación terrestre contra Rafah, donde se hacinan 1,5 millones de personas, en su mayoría desplazados por la guerra.
En una llamada telefónica, el presidente estadounidense, Joe Biden, pidió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enviar una delegación a Washington para discutir "formas de atacar a Hamás sin realizar una vasta ofensiva terrestre en Rafah".
Este reiteró a su aliado su determinación de "alcanzar todos los objetivos de guerra" en Gaza, incluida la "eliminación de Hamás".
Estados Unidos estima por otra parte que Israel debe permitir entrar en Gaza al jefe de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, afirmó un portavoz del Departamento de Estado.
Israel critica a la UNRWA y aumentó la presión después de que varios empleados de la agencia fueron acusados de participar en el ataque del 7 de octubre contra Israel.
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