OMS dice que son necesarias 11.000 millones de dosis para vacunar al 70 % de la población mundial.
El primer ministro británico Boris Johnson anunció este domingo 13 de junio que el Grupo de los Siete se ha comprometido a donar más de 1.000 millones de vacunas contra el coronavirus a países en desarrollo.
Al final de la cumbre del G7, Johnson afirmó que las dosis serán despachadas tanto directamente como mediante el programa COVAX de la Organización Mundial de la Salud.
El compromiso es mucho menos que las 11.000 millones de dosis que según la OMS son necesarias para vacunar al 70% de la población mundial y así derrotar al virus.
El G7 se había puesto como meta cerrar su primera cumbre en dos años con varias promesas ambiciosas, como vacunar al mundo contra el coronavirus, hacer que las grandes corporaciones paguen su parte justa de impuestos y abordar el cambio climático con una combinación de dinero y tecnología.
Los países del G7 desean mostrar que la cooperación internacional ha vuelto tras los reveses causados por la pandemia y el carácter impredecible del expresidente de Estados Unidos Donald Trump. Y quieren transmitir la imagen de que el club de democracias adineradas -Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos- es un aliado para los países pobres mejor que rivales autoritarios como China.
Con el anuncio se vislumbran los compromisos del grupo en cuanto a vacunas contra el coronavirus, economía y medio ambiente.
Johnson, que hace de anfitrión, quería que la cumbre sirviera para presentar al país como un actor influyente para resolver los problemas del mundo.
El Brexit arrojó una sombra sobre ese objetivo durante la cumbre en la costa suroeste de Inglaterra. Los líderes de la Unión Europea y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresaron sus reservas sobre los problemas con las nuevas normas de comercio entre Gran Bretaña y la Unión Europea que han agravado las tensiones en Irlanda del Norte.
Pero en general, el ambiente ha sido positivo. Los líderes sonrieron para la cámara en la playa de la Bahía Carbis, un poblado y destino turístico que se convirtió en una fortaleza congestionada de tráfico para la reunión. La última cumbre del G7 se había celebrado en Francia en 2019, mientras que la cita del año pasado en Estados Unidos se canceló por la pandemia.
Los aliados de Estados Unidos estaban visiblemente aliviados por el regreso del compromiso internacional de Washington tras las políticas aislacionistas y nacionalistas que adoptó el gobierno de Trump.
En sus reuniones, los miembros del G7 hicieron ambiciosas declaraciones sobre la educación de las niñas, evitar pandemias futuras y utilizar el sistema financiero para financiar un crecimiento sostenible. Por encima de todo, prometieron compartir dosis de vacunas con países más desfavorecidos que las necesitan con urgencia. Johnson dijo que el grupo comprometería al menos 1.000 millones de dosis, la mitad proporcionadas por Estados Unidos y 100 millones por Gran Bretaña.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebró el anuncio sobre las vacunas, pero dijo que no era suficiente. Para poner fin a la pandemia, dijo, hacen falta 11.000 millones de dosis para vacunar al menos el 70% de la población mundial para mediados de 2022.
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