Expertos de la Universidad de East Anglia en Inglaterra han calculado esta fecha límite.
Esta semana un grupo de científicos ha presentado un nuevo estudio sobre los posibles años de vida que le quedarían a nuestro planeta. Si bien generalmente escuchamos de estas noticias en relación a la escasez de agua, el derretimiento de los polos, o al calentamiento global, expertos de la Universidad de East Anglia en Inglaterra han calculado esta fecha límite con respecto a otro margen: el momento en que nuestro planeta abandone la zona habitable del Sistema Solar.
Según el estudio, publicado en la revista Astrobiology, la vida en la Tierra depende de nuestra permanencia en este sector de nuestro universo cercano, ni tan aproximado ni tan lejano al sol, que permite la existencia de agua líquida. Este elemento, fundamental para la vida, podría desaparecer una vez que nuestro sol siga envejeciendo. Cuando esto suceda el astro se volverá cada vez más grande y más brillante aumentando la temperatura en la Tierra hasta que deje de soportar la existencia de agua.
De acuerdo a las nuevas estimaciones de los científicos, y basados en dos ecuaciones, para que este escenario se presente en nuestro planeta solamente quedarían alrededor de 1750 a 3250 millones de años de vida por delante. Así, una vez que nuestro planeta pase a la zona más calurosa, el agua y la vida como la conocemos dejará de existir en la Tierra.
Este gran rango, sin embargo, no considera ningún otro tipo de catástrofe que pueda llegar a suceder antes de este plazo, que según científicos, podría aparecer inclusive adelantarse gracias al cambio climático.
"Los humanos tendrán problemas sólo con un mínimo aumento en la temperatura, y para el final solamente los microbios en hábitats de nicho serán capaces de soportar el calor", señaló jefe del estudio de la escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia, Andrew Rushby.
Como una posible solución a este nuevo descubrimiento, los expertos han identificado paralelamente ocho planetas que podrían llegar a albergar vida una vez que nuestro planeta será inhabitable, incluyendo nuestro vecino Marte, y el tiempo de vida que podrían tener con respecto a su propio Sol.
Dentro de los posibles futuros "hogares" de la humanidad se consideran, por ejemplo, los planetas Kepler 22b y Gliese 581d, con un largo de periodo de vida y el prospecto de poder albergar eventualmente agua líquida en sus respectivos sistemas, y por tanto, también la vida humana.
Fuente: Emol
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