Morales dijo que ejecutará medidas para "defender" la democracia.
El presidente boliviano, Evo Morales, denunció este miércoles que está en marcha un "golpe de estado" promovido por sectores de derecha, y señaló que ejecutará medidas para "defender" la democracia, en momentos en que los resultados electorales confirman su victoria pero no aclaran si será sin necesidad de una segunda vuelta.
"Está en proceso un golpe de estado, quiero que sepa el pueblo boliviano, que hasta ahora humildemente soportamos para evitar violencia y no hemos entrado en confrontación", afirmó el mandatario en una declaración a la prensa.
Morales apareció ante los medios por primera vez desde los comicios del domingo y dio declaraciones en momentos en que comienza una huelga nacional que reclama una segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa.
El gobernante socialista acumula un 46,4% de los votos frente al 37,07% de su rival centrista Carlos Mesa, cuando faltan por escrutarse alrededor del 3% de los sufragios, según cifras oficiales.
Morales, que gobierna desde 2006, necesita un mínimo de 40% de los votos válidos y una ventaja de 10 puntos porcentuales con respecto a Mesa para ser reelecto en primera vuelta.
En este momento, y según resultados aún provisionales, la ventaja entre los dos candidatos es ligeramente inferior al 10%, lo cual implicaría una segunda vuelta.
El presidente boliviano también reprochó las protestas violentas de opositores desde el lunes en varias ciudades del país, con la quema de oficinas regionales del tribunal electoral en las ciudades de Sucre (sureste), Potosí (suroeste) y Cobija (norte).
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