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Más de 70 misiles y 100 drones impactaron infraestructuras clave, dejando cientos de miles sin electricidad ni calefacción a miles de ucranianos.
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Foto de archivo de una calle en completa oscuridad en Leópolis (Ucrania) tras un ataque de Rusia contra el sistema eléctrico.( )
En una ofensiva deliberada contra la infraestructura energética de Ucrania, Rusia lanzó más de 70 misiles y un centenar de drones, causando graves cortes de electricidad y calefacción en varias regiones del país justo durante la celebración de la Navidad.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció que “Putin eligió deliberadamente el día de Navidad para atacar. ¿Qué cosa podría ser más inhumana?”. A pesar de que las fuerzas ucranianas lograron derribar 59 misiles y 54 drones, el impacto de los proyectiles restantes dejó un saldo de al menos un muerto y seis heridos, además de millones de personas sin acceso a servicios básicos.
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En Járkov, medio millón de hogares quedaron sin electricidad, calefacción y agua caliente, mientras que en Dnipro, un empleado de una central térmica murió durante los bombardeos.
La empresa energética DTEK informó que este es el 13º ataque masivo contra el sistema energético ucraniano en lo que va del año, calificándolo como un "acto depravado y malvado". Ukrenergo, la compañía nacional de electricidad, anunció restricciones en el suministro eléctrico como medida de emergencia.
El ministro de Energía de Ucrania, German Galushchenko, aseguró que se están tomando medidas para reducir el consumo y estabilizar la red energética. Incluso regiones alejadas del frente, como Ivano-Frankivsk, sufrieron cortes temporales.
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Por su parte, el primer ministro británico, Keir Starmer, condenó el ataque y elogió la resiliencia del pueblo ucraniano.
En territorio ruso, las autoridades informaron que cuatro personas murieron y varias resultaron heridas en un bombardeo ucraniano en Lgov, región fronteriza de Kursk.
Este nuevo ataque coincide con la celebración de la Navidad el 25 de diciembre en Ucrania, una fecha adoptada oficialmente desde 2023 para diferenciarse del calendario juliano de la Iglesia ortodoxa rusa.
Mientras el conflicto se intensifica, Putin prometió aún más destrucción, y las fuerzas rusas aseguraron haber tomado el control de Vidrodjennia, un punto clave cerca de Pokrovsk.
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