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La mujer falleció 168 días después de haber cumplido sus 117 años.
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Fotografía de María Branyas en su cumpleaños número 117. ( )
Con profunda tristeza se anunció el fallecimiento de María Branyas Morera, a la edad de 117 años. La señora Branyas, reconocida mundialmente como la persona más longeva del planeta, falleció pacíficamente en su residencia de Olot, España durante la madrugada del 19 de agosto de 2024.
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La noticia ha conmocionado al mundo entero, ya que María Branyas se había convertido en un símbolo de longevidad y resiliencia. Su vida, marcada por décadas de cambios históricos y avances científicos, era una fuente inagotable de sabiduría y anécdotas.
En su cuenta de X, manejada por uno de sus yernos, se anunció la lamentable noticia:
"Maria Branyas nos ha dejado. Ha muerto como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor. Hace unos días nos decía: “Un día me iré de aquí. No volveré a probar café, ni a comer yogur, ni a mimar al Hada..., dejaré también mis recuerdos, mis reflexiones..."
"y dejaré de existir en ese cuerpo. Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha.”
Según las declaraciones de su familia, María Branyas falleció tal y como ella siempre deseó: mientras dormía, tranquila y sin dolor. Su partida deja un vacío en el corazón de sus seres queridos y en la comunidad de Olot, donde era una figura muy querida y admirada.
Una vida extraordinaria
María Branyas nació en San Francisco, California, en 1907, pero pasó la mayor parte de su vida en España. A lo largo de sus 117 años, fue testigo de dos guerras mundiales, la pandemia de gripe española, el COVID y numerosos avances tecnológicos y sociales.
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Su optimismo ante la vida la convirtió en una figura inspiradora para millones de personas en todo el mundo. A través de sus redes sociales, su familia compartía con regularidad sus reflexiones sobre la vida, el amor y la importancia de disfrutar cada momento.
Un legado imborrable
La muerte de María Branyas es una pérdida irreparable, pero su legado vivirá por siempre. Su historia servirá de inspiración para futuras generaciones y recordará la importancia de valorar a los mayores y aprender de su sabiduría.
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