Londres viste sus estatuas como padres para exigir mejores permisos de paternidad

Un grupo de activistas, bajo el nombre Dad Shift, lanzó una peculiar campaña en Londres para exigir una mejora en los permisos de paternidad en el Reino Unido.

Para llamar la atención sobre la problemática, han colocado portabebés con muñecos en estatuas masculinas icónicas, como las del ingeniero Isambard Kingdom Brunel, el actor Laurence Olivier, el bailarín Gene Kelly y el futbolista Thierry Henry. La acción simboliza el llamado de los padres británicos por una baja paternal más justa y extensa, alineada con los estándares europeos.

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La campaña de Dad Shift denuncia la brecha existente entre el Reino Unido y otros países europeos en cuanto a derechos parentales. Actualmente, el país solo ofrece dos semanas de baja pagada a los padres, con una compensación semanal de 220 euros, lo que convierte al sistema británico en el más limitado de Europa.

En contraposición, países como España ofrecen 16 semanas de baja remunerada para ambos padres, mientras que en Suecia, cada progenitor tiene derecho a la mitad de los 480 días de permiso parental, aplicable también a parejas del mismo sexo y padres adoptivos.

Según datos de estudios recientes, solo uno de cada tres padres en el Reino Unido opta por tomar la baja tras el nacimiento de sus hijos, un reflejo de la insuficiencia del sistema actual.

Los activistas detrás de esta campaña piden un permiso parental que sea accesible económicamente, con una duración sustancial que permita a los padres involucrarse de manera equitativa en el cuidado de los hijos.

La iniciativa busca cambios en las políticas gubernamentales, y pone en relieve los estereotipos asociados con el rol de los padres. Al vestir las estatuas de figuras masculinas con portabebés, Dad Shift plantea una reflexión sobre cómo históricamente se ha relegado a los hombres a un segundo plano en la crianza de los hijos.

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La campaña invita a la sociedad a repensar la importancia de que ambos padres, sin importar su género, puedan compartir las responsabilidades del cuidado infantil de manera equitativa.

Con su acción simbólica, los activistas esperan que el gobierno tome medidas concretas para actualizar el sistema parental, favoreciendo una mayor igualdad en el hogar y un mejor equilibrio entre trabajo y vida familiar para los padres del Reino Unido.