11 mar 2025 , 10:01

Donald Trump sube al 50 % los aranceles previstos para el acero y el aluminio de Canadá

El presidente estadounidense prevé imponer aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio de todo el mundo, una medida que golpea duramente a Brasil, México y Emiratos Árabes Unidos.

   

El presidente estadounidense, Donald Trump, informó el martes que duplicará los aranceles al acero y el aluminio de Canadá de 25% a 50% desde “este miércoles por la mañana”.

La declaración de Trump se da luego de que la provincia de Ontario impusiera sobrecostos en la electricidad a tres estados de Estados Unidos. Trump también amenazó con más aranceles que podrían “cerrar permanentemente el negocio de fabricación de automóviles en Canadá” y volvió a repetir que Canadá debería convertirse en el estado 51 de Estados Unidos.

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“Con base en que Ontario, Canadá, ha impuesto un arancel del 25 % sobre la electricidad que entra en Estados Unidos, he ordenado a mi secretario de Comercio que añada un arancel adicional del 25 %, hasta el 50 %, sobre todo el acero y aluminio que llegue a estados unidos desde Canadá, uno de los países que más aranceles impone en todo el mundo. Esto entrará en vigor mañana por la mañana,12 de marzo”.

Cuánto y a quién importa EE. UU.

EE. UU. importa solo un 25 % del acero que consume, aunque en el caso del aluminio su dependencia del exterior es casi del 50 % o incluso mayor dependiendo del tipo de productos, según datos del Gobierno estadounidense.

Canadá es el que más exporta ambos metales al país presidido por Trump, casi un cuarto del acero que EE. UU. importa y la mitad del aluminio que compra del exterior y el que de lejos está más expuesto, ya que entre el 50 y el 80 % de lo que produce acaba en la nación vecina.

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Otros actores como Brasil, México o la UE (segundo, tercer y cuarto mayor exportador de acero a EE. UU.) potencialmente sentirán sus efectos, pero sus industrias locales no dependen en la misma medida ni de las exportaciones ni de lo que les compra la primera economía del mundo. En el caso brasileño, por ejemplo, apenas un 10 % de su producción anual de acero se vende a EE. UU.

Potenciales subidas de precios

El acero y el aluminio son críticos en industrias como la de la construcción, la automoción o la alimentación, las cuales pueden acabar transfiriendo el incremento de costes al consumidor estadounidense. Esos metales fabricados en EE. UU. son más caros que los que llegan de fuera.

Columnas, vigas, tuberías, pernos, tornillos, enrejados, bisagras o tiradores; elementos que se usan en construcción y se fabrican con estos metales, se volverán potencialmente más caros, al igual que los parachoques, los aires acondicionados, las baterías, los semiconductores y, en general, muchos de los componentes que se usan para fabricar un coche.

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La industria alimentaria es a su vez una gran consumidora de aluminio, metal que emplea para envasar gracias a su durabilidad, bajo coste y potencial para ser reciclado, y que es capital en el caso de los sectores de refrescos, cerveza o conservas.

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