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Estados Unidos incauta avión presidencial de Maduro en un contundente mensaje de sanciones
El Gobierno de Estados Unidos confiscó en República Dominicana el avión presidencial venezolano, enviando una advertencia clara al régimen de Nicolás Maduro sobre la rigurosidad de las sanciones impuestas por Washington.
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Nicolás Maduro, habla a sus seguidores en Caracas (Venezuela)( )
En una acción sin precedentes, Estados Unidos confiscó este lunes en la República Dominicana el avión oficial del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, como parte de las sanciones impuestas a su gobierno.
La cadena CNN, que obtuvo la información en exclusiva, informó que la aeronave fue trasladada inmediatamente a Florida por las autoridades estadounidenses.
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Dos funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, explicaron a CNN que la incautación del avión presidencial venezolano representa una medida contundente que refuerza la política de sanciones de Washington.
"Confiscar el avión de un jefe de Estado extranjero es algo inaudito en temas penales. Estamos enviando un mensaje claro de que nadie está por encima de la ley ni del alcance de las sanciones estadounidenses"
Aunque no hay aún una confirmación oficial por parte del gobierno venezolano sobre lo sucedido, fuentes cercanas a la operación indicaron que Estados Unidos consideró que la adquisición del avión, valorado en aproximadamente USD 13 millones, violaba las sanciones estadounidenses y otros aspectos legales.
La aeronave había permanecido en territorio dominicano durante los últimos meses, lo que ofreció una “oportunidad” para que las agencias federales estadounidenses, en colaboración con las autoridades dominicanas, llevaran a cabo la confiscación.
Los funcionarios de Washington compararon el avión venezolano con el Air Force One de Estados Unidos, subrayando el simbolismo de la operación y el mensaje dirigido a los altos mandos del gobierno de Maduro.
En el pasado, Estados Unidos confiscó diversos activos de lujo destinados a Venezuela, pero nunca había actuado contra un bien de tal relevancia política.
Esta acción se produce en un contexto de creciente tensión bilateral, especialmente después de que Washington revirtiera parcialmente el alivio de sanciones sobre el petróleo y el gas venezolano en abril, debido al incumplimiento de Maduro con compromisos electorales, incluida la inhabilitación de la candidata opositora María Corina Machado.
Tensiones tras elecciones en Venezuela
Desde las elecciones venezolanas del 28 de julio, Estados Unidos intensificó sus críticas hacia el gobierno de Maduro.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, denunció la semana pasada la negativa del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a cumplir con los estándares internacionales de transparencia, calificándolo como una “violación inaceptable” de las leyes del país.
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Además, Miller cuestionó el intento del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), controlado por Maduro, de ratificar una victoria electoral cuestionada.
En respuesta, el gobierno venezolano rechazó las críticas de Estados Unidos, asegurando que no debe ninguna explicación sobre la reelección de Nicolás Maduro. El canciller venezolano, Yván Gil, reiteró la postura del país, acusando al Departamento de Estado de “inmiscuirse en asuntos que no le competen”.
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