Los deportados están en un centro de detención en Texas.
El gobierno de Estados Unidos se dispone a deportar a más de una decena de menores y sus padres que se encuentran en un centro de detención en Texas, incluida una niña de 4 años que tiene un brazo roto y necesita cirugía, de acuerdo con abogados de las familias.
Expedientes médicos muestran que los doctores en el centro de detención de Dilley, Texas, le diagnosticaron una fractura a la niña y le recetaron analgésicos, como hidrocodona. Un doctor detectó el 1 de diciembre una “mancha verdosa” en el codo izquierdo de la niña y consideró “necesaria una cirugía en un plazo de seis meses a un año”, según expedientes médicos revisados por The Associated Press.
Sin embargo, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) ha denegado la cirugía, según Brianna Rennix, abogada del Proyecto Dilley, que representa a familias detenidas en la instalación. Rennix informó que el ICE también declinó poner en libertad a la familia para que a la niña pudiera ser operada en Estados Unidos mientras se sigue el caso migratorio.
El ICE declinó hacer declaraciones el jueves, argumentando que hay un juicio en curso.
Se ha programado que unas 15 familias sean trasladadas en avión a Ecuador, El Salvador y Guatemala incluso el viernes por la mañana, informaron abogados y activistas.
“Todas ellas aún mantienen la esperanza de que podamos detener sus deportaciones, y lo más importante, ganar la apelación de sus casos”, afirmó Mackenzie Levy, asistente jurídico del Proyecto Dilley.
Los abogados del Proyecto Dilley y el ICE se han enfrentado durante años en la corte en torno al futuro de las familias en la instalación de Dilley, conocida formalmente como Centro Residencial de Familiar del Sur de Texas. Abierta durante el gobierno del presidente Barack Obama, la instalación de 2.400 camas es utilizada desde 2014 para padres e hijos detenidos por encontrarse sin autorización en Estados Unidos.
El ICE ha continuado manteniendo a decenas de padres y niños en sus tres centros de detención familiar durante la pandemia de coronavirus, incluso después de que una jueza federal ordenó en junio la liberación de los menores. El fallo de la jueza no abarcó a los padres, y tanto el gobierno como los defensores de los niños inmigrantes no han acordado un proceso que permita la libertad de los menores mientras los padres permanecen detenidos.
Algunos argumentan que entregar los menores a patrocinadores familiares mientras los padres continúan detenidos y enfrentan la deportación equivale a una separación familiar, práctica que le granjeó grandes críticas al gobierno de Trump.
Los abogados alegan que las familias que enfrentan la deportación jamás recibieron una oportunidad justa para solicitar asilo debido a las diversas políticas decretadas por el gobierno de Trump que los tribunales suspendieron posteriormente, pero la Corte de Apelaciones federal del Circuito del Distrito de Columbia canceló un aplazamiento administrativo y rehusó prohibir las deportaciones.
La niña de 4 años y su madre llegaron por primera vez el año pasado a la frontera de Estados Unidos con México tras huir de amenazas de muerte en Ecuador, según su abogada Rennix. Fueron puestas en el programa llamado “Permanecer en México” y les afirmaron que volvieran después para que les dieran una fecha de comparecencia ante una corte.
Sin embargo, en ese tiempo regresaron a Ecuador y ya no tuvieron fecha de comparecencia, informó Rennix.
Un hombre rompió intencionalmente el brazo de la niña frente a la madre como amenaza, informó Rennix. Ambas intentaron volver a Estados Unidos este año, y cruzaron la frontera sin autorización en octubre. Posteriormente las llevaron a la instalación en Dilley.
The Associated Press no identifica a la niña ni a la madre porque temen, según su abogada, ser blanco de alguna agresión en Ecuador.
Desde hace tiempo pesan sobre el ICE acusaciones de maltrato a niños bajo su custodia en Dilley, aunque la agencia ha defendido en el pasado la atención médica que brinda a los inmigrantes. Este año, activistas presentaron una demanda a nombre de un chico de 5 años que sufrió una fractura de cráneo antes de la detención de su familia. El chico y su madre fueron finalmente dejados en libertad después de que una corte federal de apelaciones detuvo sus deportaciones.
Una niña de 1 año estuvo detenida en Dilley antes de que falleciera de una hemorragia, según la firma legal que representa a su madre, Yasmin Juárez. Los abogados afirman que la hija de Juárez, Mariee, contrajo una enfermedad respiratoria y sufrió maltrato en Dilley.
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