Cinco ecuatorianos fallecieron en el incendio de discotecas en Murcia, España

La Policía española terminó de precisar la identidad de los 13 fallecidos en las dos discotecas incendiadas el pasado domingo en la ciudad de Murcia, en el que se encuentran cinco ecuatorianos.

Fuentes policiales indicaron a Agencia EFE que seis de los cadáveres fueron identificados por huellas dactilares y los otros siete por el cotejo con muestras de ADN que aportaron sus familiares.

Una vez concluida esta tarea, se espera que los familiares de estas trece personas, en donde además de los ecuatorianos están tres colombianos y cinco nicaragüenses, puedan recibir los restos de sus seres queridos en las próximas horas, ya que las autopsias ya se han realizado.

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Además, el Gobierno regional de Murcia inició las gestiones para que lleguen a España desde Marsella (Francia), Ecuador y Nicaragua cinco familiares de víctimas del incendio.

Según EFE, el Ejecutivo de Murcia asumirá el coste de los gastos relacionados con la reagrupación, además de coordinar las necesidades asistenciales que surjan en todos los casos, en coordinación con los ayuntamientos de la ciudad de Murcia y de la localidad de Caravaca de la Cruz, donde vivían los fallecidos.

Las primeras hipótesis apuntan a que el fuego comenzó alrededor de las seis de la mañana en la discoteca La Fonda Milagros, en cuya primera planta los bomberos hallaron 13 cadáveres en unos 20 metros cuadrados.

De acuerdo a la prensa española, entre los fallecidos ecuatorianos se encuentran Jorge Batioja, de 38 años, y Rosa María Moreno, de 32.

Este matrimonio tuvo tres hijos de 16, 9 y 4 años. Él trabajaba como tractorista y ella participaba en un plan gubernamental de empleo. José Francisco García, alcalde de Caravaca de la Cruz, localidad donde residían, dijo que una de los prioridades es cuidar de los menores.

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También murió la guayaquileña Olga Lucrecia, apodada 'Lula', de 56 años. Era enfermera en una clínica privada de Murcia, y pareja del locutor radial Ferney Lozano, querido por la comunidad latina de esta ciudad española, quien también estuvo en la noche del flagelo.

"No paré de buscar a Olga: yo gritaba su nombre entre la gente como un loco, pero no la encontraba", dijo Lozano a El Español relatando lo que ocurrió cuando empezó el incendio.

Asimismo, fueron víctimas de este siniestro John Douglas Altamirano, de Ecuador, y su esposa nicaragüense Tania Salazar. Él laboraba en el sector de construcción. Otro fallecido es Rafael Miranda, ecuatoriano de 37 años, quien estaba empleado en una fábrica de alcantarillados, según Diario El Mundo.