Israel tiene como principio avisar antes de atacar un lugar donde hay civiles.
Redacción
BBC Mundo
Les avisaron, se fueron, pero regresaron demasiado pronto y un ataque aéreo israelí acabó con sus vidas.
Fue el martes, cuando ocho personas que habían dejado su casa en Jan Yunis, en Gaza, advertidos por las fuerzas armadas de Israel que sería bombardeada, regresaron antes de la incursión aérea y fueron alcanzados por el ataque.
Se cree que era la casa de Odeh Kaware, un comandante local de Hamas, el grupo que controla Gaza y contra el que Israel ha lanzado su ofensiva.
Un portavoz israelí dijo que fue "una tragedia". Israel tiene como principio avisar, generalmente por teléfono, antes de atacar un lugar donde hay civiles, para que éstos se vayan.
Aun anunciando por anticipado los ataques, la densidad de población de la Franja de Gaza hace difícil que nunca haya nadie cerca de donde caen las bombas.
Sus 1,7 millones de habitantes (de los cuales más de la mitad son menores de 18 años) comparten en un espacio reducido: Gaza tiene una de las densidades de población más altas del mundo, con algo más de 4.500 viviendo en cada kilómetro cuadrado de territorio.
Viendo el Mundial
Entre este miércoles y jueves al menos 20 personas murieron en la que ha sido hasta ahora la más mortífera jornada desde el inicio de la ofensiva israelí, según fuentes palestinas.
De ellas, 17 (cinco niños y tres mujeres) en una casa y un café en Jan Yunis, donde estaban mirando el Mundial. Israel no hizo comentarios respecto a estas muertes.
Otros tres murieron en un coche en Ciudad de Gaza, según fuentes palestinas. De acuerdo con la agencia Reuters, eran militantes del grupo Yihad Islámica.
Según el Ministerio de Salud palestino, la cuenta total de fallecidos es hasta ahora de 76, a los que se suman unos 500 heridos.
La televisión egipcia informó que el gobierno de ese país ha decidido abrir la frontera de Rafah con Gaza el jueves, para permitir la evacuación de heridos por los ataques israelíes.
Cohetes
Mientras tanto, desde Gaza siguen surcando el cielo cohetes lanzados hacia objetivos en Israel, donde constantemente suenan sirenas en las ciudades del sur, llamando a los habitantes a resguardarse en refugios.
Según Israel, su Operación Margen Protector tiene como objetivo alcanzar a combatientes palestinos y sitios donde hay lanzaderas de cohetes, municiones, túneles y centros de comando.
Israel dice haber atacado 108 objetivos desde la medianoche, mientras que en el mismo tiempo han sido disparados 12 cohetes contra su territorio, siete de los cuales fueron interceptados por su sistema defensivo Domo de Hierro.
Desde el martes, militantes palestinos han lanzado más de 365 cohetes desde Gaza, de acuerdo con información difundida por Israel.
¿Ofensiva terrestre?
El primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu prometió "intensificar los ataques contra Hamas" en Gaza, sobre quienes dijo que "pagarían un gran precio" por el lanzamiento de cohetes.
Mustafá Barghouti, un miembro del Consejo Legislativo Palestino, acusó a Netanyahu de "preparar una operación terrestre que podría terminar en una gran masacre en Gaza".
Le dijo a la BBC que Hamas estaba preparado para un cese el fuego acordado por ambas partes, pero que Israel rechazó la posibilidad de una tregua.
Según declaraciones del presidente de Israel, Shimon Peres, a CNN, una ofensiva terrestre podría ocurrir "pronto"; el ejército israelí fue autorizado a desplegar hasta 40.000 reservistas.
Consejo de Seguridad
El secretario general de Naciones Unidas Ban Ki-moon advirtió que la situación es grave, que se está caminando "sobre el filo de una navaja".
Y que la región no puede permitirse "otra guerra".
Exigió a Hamas que deje de disparar cohetes y al gobierno israelí a actuar con moderación y mostrar respeto hacia la obligación internacional de proteger a los civiles.
Está prevista para este jueves una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
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