El país centroamericano sobrepasó a España en cantidad de decesos.
México registra 28.510 muertos por COVID-19 y sobrepasa a España en número de decesos escalando este jueves al sexto lugar mundial en mortalidad por la pandemia, que, según expertos consultados por Efe, parece descontrolada.
De acuerdo con los datos más recientes, México alcanzó 231.770 contagios y se disputa con Irán -que este jueves sube a 232.863- ser el décimo país del mundo en casos confirmados.
El director de Epidemiología del Gobierno de México, José Luis Alomía, explicó en rueda de prensa que los casos acumulados reflejaron un incremento diario de 2,5 % respecto a la estadísticas del día anterior y los decesos tuvieron un crecimiento del 2,6 %.
Con base en esto, comentó que el incremento en los casos acumulados confirma una "tendencia de desaceleración de la transmisión".
No obstante, para los expertos consultados la pandemia no está contenida en el país y tampoco se ha "domado", como ha asegurado en varias ocasiones el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
"En las últimas cuatro semanas hemos ubicado una pandemia sin control", señaló a Efe la epidemióloga Carolina Gómez, de la Sociedad Mexicana de Salud Pública, al hablar sobre la "nueva normalidad", en la que el país vive desde el pasado 1 de junio.
En esta nueva normalidad, que marcó el inicio de la reactivación económica en el país, en México se registraron 138.335 infecciones y 18.343 defunciones.
El primero de junio había en México 93.435 casos y 10.167 muertos por la COVID-19; la primera infección se notificó el 28 de febrero y la primera muerte el 18 de marzo pasado.
México ha resentido en esta etapa de la epidemia la poca aplicación de pruebas para detectar casos asintomáticos del coronavirus, encontrar a sus contactos y masificar el uso de cubrebocas y la mascarilla, coincidieron epidemiólogos mexicanos.
LA NUEVA NORMALIDAD
Para Carolina Gómez, las autoridades mexicanas "debieron haber retrasado las decisiones" que derivaron en la reactivación de actividades económicas, aunque admitió que el confinamiento dejó a muchos mexicanos en un predicamento financiero.
La experta calificó de "poco asertiva" la comunicación del gobierno con la gente, especialmente sobre el uso del semáforo epidemiológico que permite conocer qué actividades se pueden hacer y los límites de la ocupación de espacios públicos.
Al respecto se mostró crítica con el comportamiento de la gente que, en su opinión, ha mostrado "poca responsabilidad social y poca empatía al salir en estampida a sus actividades", lo que ha contribuido a un desafortunado incremento en las defunciones.
Insistió en que la mejor manera de cortar la propagación del virus sigue siendo el distanciamiento social y las medidas de higiene por lo que sin duda ha hecho falta insistir en el uso del cubrebocas y más pruebas para detectar la enfermedad.
"Hay que monitorear todos los casos sintomáticos y los asintomáticos de quienes estuvieron en contacto con gentes que estuvieron en contagio", precisó.
Gómez señaló como un ejemplo idóneo de esta necesaria vigilancia el caso del director contagiado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo. "Creo que es la única persona en México que ha tenido ese rastreo estricto", comentó.
Señaló que las personas deben mantenerse alertas porque la pandemia en México todavía será "muy larga" y porque a la fecha aunque "no tenemos vacuna, tenemos otras medidas que podríamos tomar en consideración y que no son tan costosas, en términos de dinero".
A su vez, el epidemiólogo Rogelio Navarrete dijo a Efe que el país requiere un adecuado sistema de vigilancia epidemiológica para que "no se escape un solo caso y que no escape un solo contacto", porque de lo contrario, se estará sin rumbo.
En su opinión, ha hecho falta "una evaluación correcta" por parte de expertos en salud pública, de epidemiólogos y de virólogos, para convencer y tener una respuesta social óptima que "es difícil en una sociedad tan heterogénea".
Navarrete consideró que en la actual situación para manejar la pandemia y, sobre todo, una infección emergente como el coronavirus, es necesario "tomar en cuenta la información correcta en la toma de decisiones y no estar basados en la especulación".
LA APUESTA POR LA MITIGACIÓN
Para Alejandro Macías Corona, epidemiólogo y excomisionado de infuenza, en México "hemos apostado mucho por la mitigación" durante la pandemia, aunque sí que hizo falta una detección más temprana de casos mediante las pruebas.
Calificó de positiva la estrategia de mitigación porque eso ha permitido que el sistema de salud no haya colapsado a pesar de la actividad intensa en algunas ciudades del país.
"Los hospitales se han visto al límite de sus capacidades pero no han colapsado, y no ha colapsado la gobernanza en algunas ciudades del país, hasta este momento", explicó.
LA POLÉMICA SOBRE LAS PRUEBAS
"Insistimos: es improcedente el planteamiento de hacer pruebas generalizadas para diagnosticar COVID-19", dijo este miércoles en Twitter el subsecretario Hugo López-Gatell, encargado de la estrategia contra la pandemia en México.
Pero para Macías, sigue faltando haber hecho más detección temprana y más pruebas para buscar contagios. Y de hecho, México es el país miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que menos pruebas realiza.
Además, Macías consideró importante aislar los contactos de gente afectada y promocionar el uso general de cubrebocas y mascarilla.
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