Los protocolos de seguridad y dificultades para traslados aéreos complican la acción.
No fue una recepción amistosa.
Con piedras, palos, gritos y hogueras improvisadas con las que intentaban cortar la carretera, una turba de vecinos enfurecidos recibió la noche de este jueves a las 72 personas que fueron evacuadas a Ucrania procedentes de la ciudad china de Wuhan, epicentro de la epidemia del nuevo brote de coronavirus Covid-19.
Integrado por 45 ucranianos y 27 extranjeros (casi todos de origen latinoamericano), el grupo era trasladado en autobuses hacia el centro médico de la Guardia Nacional "Novye Sanzhari" en la región de Poltava (centro del país), cuando fue increpado por residentes locales que rechazaban su presencia allí por temor al contagio de la enfermedad.
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El saldo de los disturbios fue de 24 personas detenidas y nueve policías y un civil heridos.
Entre los evacuados en ese grupo se encontraban ocho argentinos, cinco ecuatorianos, cinco dominicanos, cuatro salvadoreños, dos costarricenses y una panameña.
De acuerdo con las autoridades ucranianas, ninguno de los 72 evacuados se encuentra infectado con el coronavirus, pese a lo cual serán sometidos a un periodo de cuarentena con las máximas precauciones similares a las que se tomaron durante su traslado.
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Según la prensa ucraniana, los evacuados fueron sometidos a exámenes antes de salir de Wuhan y, luego, al llegar a Kiev. Viajaron en una zona del avión preparada especialmente para su traslado y ahora la aeronave está siendo desinfectada.
Además, tanto la tripulación como el personal sanitario que los acompañó permanecerá igualmente en cuarentena y sus ropas serán incineradas.
Por si fuera poco, para calmar a la población, la ministra de Salud de ese país, Zoriana Skalétskaya, anunció que se internará con los evacuados durante toda la cuarentena. "Confío en que mi presencia calmará a la gente de Novye Sanzhri y de otros lugares del país", escribió la funcionaria en Facebook, según reseñó la agencia EFE.
El episodio evidencia la complejidad de las operaciones para evacuar a las personas procedentes de Wuhan, un proceso en el cual ya numerosos países latinoamericanos se han visto implicados.
Coordinación y protocolos
Este sábado, por ejemplo, está previsto el inicio de la repatriación de 13 colombianos que se encuentran en Wuhan.
La operación ha sido coordinada por varias instituciones como la Cancillería, el Ministerio de Salud, el Instituto Nacional de Salud y la Fuerza Aérea Colombiana, en uno de cuyos aviones se realizará el traslado.
Según informó la Cruz Roja Colombiana, la evacuación deberá ceñirse a los protocolos de bioseguridad previstos ante el brote de coronavirus, incluyendo la posibilidad de colocar paneles divisorios dentro de la aeronave y la necesidad de que los pasajeros se encuentren separados por, al menos, un metro de distancia.
Se prevé que el avión parta de Wuhan hacia Colombia el próximo martes, realizando dos paradas técnicas en el camino, una de las cuales será en Mumbai (India).
La Secretaría de Relaciones Exteriores de Honduras reveló esta semana que el gobierno de ese país ha realizado gestiones ante Colombia para lograr que en el operativo de repatriación se incluya a Samantha Murillo Brooks, una joven hondureña que realiza sus estudios de posgrado en China.
De acuerdo con la prensa colombiana, otros países como Argentina, Costa Rica, España, México y Ecuador han formulado solicitudes similares.
Pioneros
México y Uruguay son dos de los primeros países latinoamericanos que repatriaron a sus ciudadanos en Wuhan.
A finales de enero, la prensa mexicana hablaba sobre los planes para la repatriación desde China de medio centenar de becarios oriundos de Guanajuato y ya para el 3 de febrero se había informado sobre el retorno de 29 de ellos.
Estas repatriaciones se han realizado a través de diversas operaciones. Una de ellas se hizo a través del gobierno de Francia, que ayudó a evacuar a 10 mexicanos que fueron trasladados de Wuhan a Marsella, donde permanecieron en cuarentena hasta mediados de febrero.
Junto a ese grupo también se encontraban dos ciudadanos uruguayos.
El pasado 2 de febrero, el gobierno de Panamá repatrió a 72 estudiantes de esa nacionalidad que se encontraban becados en China y que fueron puestos en cuarentena tras su regreso.
Una semana más tarde, el 9 de febrero, aterrizaron en Brasil dos aviones de la Fuerza Aérea de ese país que traían de vuelta a 34 evacuados procedentes de Wuhan, quienes -según el gobierno- iban a ser sometidos a una cuarentena de 18 días.
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