Niños chapoteaban con alegría en un charco de agua formado en una calle destruida por los bombardeos
Uno de los cráteres dejados por los bombardeos del ejército en los sectores rebeldes de Alepo, la segunda ciudad de Siria, se ha transformado en "piscina" improvisada para los niños.
En el barrio de Shar, en el este de la ex capital económica devastada por dos años de guerra, niños y adolescentes chapoteaban con alegría en un charco de agua formado en un cráter de obús.
Esta imagen casi surrealista ocurre cuando las temperaturas avecinan los 35 grados celsius en la ciudad y que las penurias de agua y de electricidad son frecuentes desde hace meses.
Según los residentes, un barril de explosivos cayó sobre un conducto de agua y formó el charco de agua fangosa.
Desde el verano de 2012, la ciudad está dividida entre los sectores del oeste controlados por las fuerzas del régimen y los barrios en manos de los rebeldes, sometidos a bombardeos aéreos diarios que dejaron cientos de muertos este año y que han sido denunciados por la comunidad internacional.
Los rebeldes por su parte lanzan ataques con morteros contra los sectores oeste.
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