22 feb 2014 , 08:36

La complicada vida del capo más buscado del mundo

   

El gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de US$5 millones por la captura de El Chapo.

La leyenda de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, empezó la madrugada del 19 de enero de 2001 cuando escapó de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, de una forma que todavía no se aclara por completo.

 

Desde entonces se convirtió en uno de los hombres más buscados en el mundo. La revista Forbes lo incluyó en su lista de las personas más ricas del planeta, con una fortuna superior a los US$1.000 millones.

 

Y es que desde la clandestinidad, junto con otros viejos líderes de narcotráfico, El Chapo hizo del Cartel de Sinaloa la organización de narcotráfico más poderosa del continente, con presencia en decenas de países en América, Europa, Asia, Oceanía e incluso en África.

 

Autoridades mexicanas y estadounidenses lo responsabilizan de iniciar una guerra por controlar las zonas de tráfico en la frontera norte de México, y que ha dejado un saldo de al menos 70.000 personas muertas, y otras 26.000 desaparecidas.

 

Durante más de una década El Chapo evadió la persecución del gobierno mexicano y de agencias estadounidenses, gracias a una extensa red de protección que incluía a por lo menos cien guardias que le acompañaban de forma permanente, así como la ayuda de pobladores y autoridades en las zonas donde se movía, las montañas de Sinaloa, Durango y Chihuahua conocidas como El Triángulo Dorado.

 

Varias veces equipos de élite estuvieron a punto de atraparle, pero Guzmán Loera logró escapar minutos antes de la llegada de los militares. La última vez ocurrió en enero de 2012 cuando El Chapo había concertado una cita con una mujer en una residencia del balneario de Los Cabos, Baja California.

 

Las noticias sobre el personaje se conocían por los corridos (canciones populares) que se escribían sobre él, así como por filtraciones de agencias estadounidenses.

 

Este sábado finalmente la persecución terminó. Joaquín Guzmán fue capturado en un hotel del balneario de Mazatlán, Sinaloa, donde aparentemente asistía a una fiesta. Algo que, según la leyenda, hacía con mucha frecuencia.

 

Historia

El sobrenombre de Guzmán Loera se debe a su corta estatura, pues mide 1.55 metros. En el occidente de México, a estas personas es común que se les diga Chapo.

Nació el 4 de abril de 1957 en la ranchería de La Tuna, en el municipio serrano de Badiraguato que ha sido la cuna de varios de los capos de narcotráfico más importantes del país.

 

Es también una de las zonas de mayor producción de marihuana y amapola en México. De acuerdo con especialistas, desde mediados del siglo pasado estos cultivos son la principal fuente de ingresos para los campesinos que allí habitan.

 

Fue el caso de Joaquín Guzmán. Según documentó el periodista Jesús Blancornelas, El Chapo empezó a traficar marihuana desde muy joven, y en poco tiempo su grupo prosperó hasta convertirse en uno de los más importantes de Sinaloa.

 

En la década de los años 70 y 80 formó parte de la primera organización a gran escala de narcotráfico que hubo en México, el grupo conocido como Cartel de Guadalajara que fundó Miguel Ángel Félix Gallardo, El Jefe de Jefes.

 

El Chapo era un personaje de bajo perfil, recordó Blancornelas, y así se mantuvo incluso después que en 1989 Félix Gallardo fue detenido y su imperio se dividió entre sus principales lugartenientes.

 

Pero la historia cambió la tarde del 23 de mayo de 1993, cuando el cardenal de Guadalajara Juan Jesús Posadas Ocampo fue asesinado. La Procuraduría (fiscalía) General de la República (PGR) dijo que el sacerdote fue confundido con El Chapo por sicarios del Cartel de Tijuana, enemigos del sinaloense. Semanas después fue capturado en Guatemala, donde Guzmán Loera tenía algunos socios.

 

La siguiente noticia sobre el personaje fue la de su escape de prisión, que oficialmente ocurrió dentro de un carrito de lavandería.

 

"Seductor"

Hace algunos años la PGR definió a Joaquín Guzmán como "un sujeto peligroso, seductor y con capacidad de esperar el momento más propicio para ejecutar sus venganzas".

 

Una personalidad que le sirvió para escalar en el negocio del narcotráfico al que transformó, según especialistas como Edgardo Buscaglia.

 

Y es que meses después de su fuga El Chapo emprendió una lucha por arrebatar al Cartel del Golfo y Los Zetas el control de Nuevo Laredo, por donde cruza el 38% del comercio con Estados Unidos.

 

Luego se enfrentó con el Cartel de Juárez al que virtualmente echó de sus territorios, según la agencia antidrogas de Estados Unidos, la DEA. Y después rompió con los hermanos Beltrán Leyva quienes hace décadas le iniciaron en el negocio del tráfico de drogas.

 

Desde 2010 los grupos afectados por El Chapo formaron una alianza para enfrentarlo, pero el personaje y sus aliados del Cartel de Sinaloa sobrevivieron a la guerra.

 

¿Por qué? Según especialistas una de las razones es la complicidad que consiguió –forzada o comprada- de muchas autoridades de varios niveles, pero también a la protección de las comunidades donde vivía.

 

En Sinaloa, por ejemplo, los habitantes se han acostumbrado a convivir con el narcotráfico indicó a la cadena MVS el periodista Javier Valdés, autor de varios libros sobre el tema.

 

"Estamos acostumbrados a convivir con los narcos, con este ambiente de ejecuciones, operativos.

 

Nos han colocado en una condición de rendición, de acostumbrarnos al narcotráfico".

 

Una protección que esta vez no parece haber funcionado, aunque algunos creen que El Chapo bajó la guardia. Días antes de la captura la Secretaría de Marina inició una operación especial en varias casas de Culiacán, la capital de Sinaloa, donde se capturó a algunos de los jefes de seguridad del Cartel de Sinaloa.

 

Y además, desde hace varias semanas uno de los rumores no desmentidos fue que Guzmán Loera está enfermo, e incluso tuvo una crisis cardiaca debido a sus excesos como la fiesta donde fue capturado.

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