"Kobane liberado, felicitaciones a la humanidad", dijo un portavoz kurdo.
Un ambiente de alegría reinaba este lunes en varias zonas kurdas de Siria luego que sus combatientes lograran expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) de la ciudad de Kobane, fronteriza con Turquía, después de más de cuatro meses de combates.
Esta derrota, la mayor que sufrió el EI en Siria, se anunció el mismo día en que Bagdad comunicaba que había liberado la provincia de Diyala, en el este de Irak, que estaba en manos del grupo islamista.
"Kobane liberado, felicitaciones a la humanidad, al Kurdistán y al pueblo de Kobane", dijo en su cuenta de Twitter el portavoz de la milicia kurda Unidades de Protección del Pueblo (YPG), Polat Can.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) afirmó que los kurdos controlan "totalmente" Kobane, símbolo de la resistencia contra el EI desde que los yihadistas lanzaron, el 16 de septiembre, una ofensiva para conquistar la ciudad.
La milicia kurda de las YPG "expulsó a todos los combatientes del EI", precisó esta ONG con sede en Londres, que dispone de una amplia red de informadores en Siria.
"Ya no hay combates en la ciudad y los yihadistas se replegaron en los alrededores de Kobane", precisó a la AFP el director del OSDH, Rami Abdel Rahman. "Los kurdos siguen persiguiendo a combatientes escondidos en el extremo este de la ciudad, en particular en el barrio de Maqtala", indicó.
Esta victoria anunciada en Kobane llega tras más de cuatro meses de lucha feroz entre los yihadistas y los combatientes kurdos, que recibieron apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Según OSDH más de 1.800 personas murieron durante los combates, 1.000 de los cuales fueron yihadistas.
Yihadistas a la fuga
Mustafa Edbi, militante kurdo de Kobane, afirmó a la AFP que los combates "cesaron" y que las fuerzas kurdas avanzaban "con prudencia por Maqtala por temor a las minas y los coches bomba".
"Gente vio cómo combatientes del EI huían de Maqtala en ciclomotores, no opusieron ninguna resistencia", añadió.
Analistas consideran que la derrota de Kobane supone un frenazo en la expansión territorial del EI en Siria, donde conquistó amplias franjas de territorio desde su aparición en el conflicto sirio en 2013.
"Es un duro golpe para el grupo EI y sus proyectos" de expansión, dijo desde Washington Mutlu Civiroglu, especialista en temas kurdos. "Pese a todas sus armas sofisticadas y sus combatientes, no pudieron tomar la ciudad".
Las fuerzas kurdas, que iniciaron la batalla con escasez de recursos, consiguieron tomar la ciudad gracias a los decisivos ataques aéreos de la coalición sobre las posiciones yihadistas, que empezaron el 23 de septiembre.
Entre el domingo y el lunes, se produjeron 17 bombardeos contra miembros del EI, según responsables de la coalición. El grupo islamista sigue, sin embargo, controlando decenas de pueblos alrededor de Kobane.
En tanto, Estados Unidos permaneció prudente y señaló que "Kobane sigue en disputa".
"Las fuerzas que combaten a EI controlan cerca del 70% del territorio de Kobane y cerca de Kobane", agregó el departamento de Estado.
Pero, un poco más tarde, el Comando Militar estadounidense en Oriente Medio (CENTCOM) estimó que las fuerzas kurdas retomaron "aproximadamente el 90% de la ciudad de Kobane".
"La guerra contra el Grupo Estado Islámico está lejos de terminar, pero su fracaso en Kobane priva al EI de uno de sus objetivos estratégicos", se congratuló el CENTCOM.
EI, expulsado de Diyala
En Irak, el ejército controla por completo todas las ciudades y distritos de la provincia de Diyala, en el este, indicó este lunes el general Abdelamir al Zaidi.
La coalición liderada por Washington considera haber detenido el avance del EI en Irak gracias a sus bombardeos, pero los yihadistas conservan de momento la mayoría de sus posiciones, entre ellas, Mosul, la segunda ciudad del país.
Por otra parte, el presidente sirio, Bachar al Asad, denunció, en una entrevista con una revista norteamericana, el plan de Estados Unidos de entrenar a los rebeldes sirios para combatir contra el EI, al considerar que se trataba de una quimera.
Asad afirma que esos rebeldes, a los que califica de "terroristas" desde el inicio de las revueltas contra su gobierno en 2011, son una fuerza "ilegal" y que el ejército los tratará como a los demás insurrectos.
Washington, que apoya a la oposición siria, aspira a formar más de 5.000 rebeldes sirios en Catar, Arabia Saudita y Turquía para que puedan enfrentarse al EI.
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